Carlos Viguria
@cviguria
Son historias en donde los personajes son representados en crudas situaciones que a cualquiera le podrían ocurrir. Son filmes que causan que el espectador se plantee qué haría en un caso similar.
Así es el cine del belga Luc Dardenne, quien junto a su hermano Jean Pierre, forma parte de un selecto grupo de cineastas que han ganado la Palma de Oro del Festival de Cannes en dos ocasiones (como Francis Ford Coppola, Emir Kusturica y Michael Haneke) y cuya filmografía es ovacionada por la crítica y premiada por su enfoque al drama humano. Pese a ello, ninguna de sus obras ha logrado ganar un Oscar. Y ahora llegó para el Festival de Cine de Lima.
¿Los reconocimientos en premios como los de Cannes son importantes en la carrera de un cineasta?
Tanto los premios como la Palma de Oro para mejor Película como los premios a mejores actores que se han ganado en los Festivales de Cine de Cannes son importantes para nosotros. Gracias a ese festival, y todos los demás premios, es que hemos logrado salir adelante con nuestro cine.
Usted ha trabajado con su hermano Jean Pierre en películas muy reconocidas y aclamadas por la crítica desde el inicio de su carrera, ¿cómo así tomó esa decisión de trabajar con él?
En lo referido al tema del guion, tenemos la idea. Yo trabajo el guion y se la paso a mi hermano, Jean Pierre. Él me llama, lo revisamos y lo vamos avanzando juntos, la primera versión. Luego, cuando lo filmamos uno está con los actores en el primer plano y el otro está en el ecran mirando lo que se produce. Para nosotros es muy, muy importante el ecran, lo que se ve en el monitor.
Después cuando ya se hace la toma, los dos estamos en el monitor. Es ahí donde se da la decisión. Si está bien o no el filme. Somos dos para una película. Es importante para ambos saber que estamos haciendo lo mismo. No es que él hace algo blanco y yo uno negro, y después sale una película gris. Los dos trabajamos sobre una misma película según lo que queremos ambos y eso lo reproducimos en la película.
¿Alguna vez ha pensado trabajar en Hollywood?
Yo desconfío de los cantos de sirena. Nunca hemos pensado en hacer un cine para ir a Hollywood a trabajar con grandes actores o estrellas. Soy un admirador de algunas cosas que se hacen en EE.UU. Pero hay muchísimas cosas que son malas.
¿Cómo cuáles?
Tiene que ver con que las películas parten de clichés. De filmes que ya se hicieron o se transgreden las tradicionales para hacer nuevas. Nosotros preferimos pensar que podemos hacer un cine diferente haciendo los filmes que hacemos.
Una particularidad de su cine es que todas toman lugar en su pueblo natal de Seraing. ¿A qué se debe ello?
Gran pregunta. No tengo una respuesta exacta. Te puedo decir que si hago un paseo por Lima y veo locaciones que me gustan, será porque se parecen a Seraing, en Bélgica. De ahí venimos, ahí tuvimos nuestra infancia y adolescencia. Esos paisajes son los que nos interesan para que nuestros personajes se desenvuelvan ahí.
Otra característica es que no añade música a sus filmes…
(Ríe). No estoy en contra de la música. Amo la música. Pero para el cine es diferente. A veces tenemos que utilizar la música para reforzar dramatismo. Existen situaciones cinematográficas en donde no es necesaria.
En casos en donde lo hemos utilizado, es porque la música era necesaria y la escuchaba durante el tiempo que yo trabajaba el guion. Y es una canción que se escucha en la película, como ocurrió en Le gamin au vélo. Al comienzo hemos usado música en algunas películas, pero luego nos dimos cuenta de que no teníamos que estar obligados a usarla. La ponemos o no la ponemos si nos parece necesario. Preferimos el sonido y la imagen. Le damos confianza a esos elementos.
¿Qué ve en su ciudad?
Después de haber estado afuera del país, regresamos a la ciudad, y la vemos en crisis. Antes había sido una ciudad muy próspera, que tenía una vida normal pero cuando regresamos la mitad de la ciudad estaba en desempleo. La calle estaba llena de jóvenes buscando un trabajo.
Existen tres generaciones seguidas de desempleados en una misma familia. Sin saber qué hacer. Parece que esto es representativo de un mundo que está cambiando. Además, llegan inmigrantes. Es decir, hay una serie de elementos que se producen en Seraing. Por eso considero que es fundamental e importante estos escenarios de mi ciudad.
*Usted ha declarado que viene de un país en donde no existe una industria de cine… *
Sí, pero el hecho de no tenerla nos da cierta libertad creativa. No tenemos reglas que nos pesen en la espalda, podemos hacer algunas cosas que quizá no nos dejarían hacer si tuviéramos una industria cinematográfica. En Bélgica no decimos que hacemos el mejor cine, pero es diferente. Un cine singular.
En sus películas, los personajes se enfrentan a dilemas morales, pero al final toman la decisión correcta…
Nuestros personajes están siempre al borde del homicidio. Tratamos de que estén cargados de esa emoción. Asimismo, trato de buscar la compasión en ellos. También la solidaridad. Es difícil en ocasiones, porque existen personajes que no son muy simpáticos, y otros que no lo son para nada.
¿Cómo logra que sus actores puedan retratar el sufrimiento con un gran nivel de realismo?
Lo hacemos a partir de los ensayos. Y estos se hacen antes de iniciar el rodaje. En ellos, se ve el vestuario, la peluquería, los gestos, las características para que cuando el actor entre en su personaje tranquilamente pueda lograrlo. Y no ser él o ella, sino solamente el personaje. Haciendo una cosa así de progresiva es como logramos la atmósfera necesaria para hacer nuestras películas.
¿Les otorga la posibilidad de improvisar?
No. Pero ellos proponen cosas durante los ensayos. Como Marion Cotillard, quien fue formidable para su rol en Deux jour et une nuit. Ella aportó mucho para su personaje. Consideramos que el aporte de los actores son cruciales para lograr un buen entendimiento dentro del rodaje. Asimismo, tratamos de darles su tiempo para asumir a sus personajes, de emplear todos sus recursos para construirlos y no ir a decirles qué hacer. El actor tiene que encontrar los elementos de su personaje.
¿Qué se siente ser el invitado de honor del XX Festival de Cine de Lima?
Estoy muy honrado y muy feliz de que me hayan invitado. Considero que es fundamental venir y ver qué está ocurriendo en el cine de otros países. Y por otro lado, según lo que nos han dicho, venir a un evento como este, es como un oasis de cine en Perú porque estas películas no se suelen proyectar en las salas. Por ello, pediría al gobierno peruano que intervenga, participe y apoye el cine peruano y una política de cultura cinematográfica para el Perú.
La cinematografía es un arte que lleva al pensamiento. A la formación de las personas, como la literatura y otras artes. Pero considero que además de eso, es entretenimiento. Pero hay que darle una energía, una posibilidad de que los gobiernos apoyen e inviertan en el desarrollo del cine, porque eso permite que las identidades se desarrollen mucho más.
¿Sigue a algún director peruano o tiene una película favorita?
No soy capaz de juzgar el panorama de una cinematografía. Conozco unas películas de América Latina, pero no me siento capaz de poder opinar respecto a las calidades o cualidades.
¿Y qué directores han influido en su obra?
Las principales influencias en mi cine son Krzysztof Kieślowski (de Polonia) director de El Decálogo. También están Roberto Rossellini, Robert Bresson, Y ello considerando que empecé a hacer cine a partir de los 32 años. Por ese entonces, veía a esos directores. Asimismo, están las películas de Abbas Kiarostami, que me han influenciado muchísimo. Me aportan mucho.
En el Perú existe un mercado paralelo donde podemos encontrar todas sus películas. ¿Qué opina?
Le contaré una historia. Viajé a Vietnam como profesor de un taller de cinematografía hace años. Y cuando estaba en la presentación, hablé sobre Rosetta. De pronto, se paró un estudiante y me dice “yo he copiado su película, la he pirateado pero no tenía los subtítulos”. Como iba a haber un traductor para el filme, me preguntó si podía grabarlo para luego tomar las traducciones. Y le dije, ¡sí, claro!
¿Entonces está de acuerdo con ello?
Sí, claro que estoy de acuerdo. Considero que está bien en países en donde existe un control de parte de las autoridades por algún tipo de cine. Si existe la posibilidad de que haya un cine pirata y que pueda mostrarse en DVD, que se muestre, porque para eso es el cine.
Pero en países en donde hay una distribución adecuada, creo que deben ser proyectadas en las salas de cine. Por ejemplo, a mi hermano y a mí, nos ofrecen más dinero si pasan nuestros filmes por cable. Pero nosotros lo rechazamos. Opino que primero deben estar en los cines. Ganamos mucho menos pero creo que la proyección da a los jóvenes un espacio para conversar. Una película es para verla en un cine y conversar. Para compartir.
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