Henry Ueunten, un hombre de naturaleza musical

Henry Ueunten (41), profesor del Music College Perú, empezó a leer música a los siete años, pero era una mentira. Su tío, saxofonista en una orquesta, trató de enseñarle la lectura de partituras en su casa frente al piano. En el papel estaban escritas las notas de “El Danubio azul” y Ueunten pensó que esa melodía era muy sencilla para leerla, tocó de oído a la perfección y su tío, con un grito de emoción por escucharlo, marchó por la casa a pregonar que el pequeño Henry había aprendido a leer partituras musicales, sin saber que había escuchado a un niño que usaba su talento natural para la música. “Yo no le quise decir que estaba tocando de oído, lo dejé pensar que leía partituras”, dice Ueunten después de más de 30 años del episodio con el tono de voz de alguien que ha cometido un crimen. Pasaría casi esa misma cantidad de años para que el músico aprenda a leer partituras.

DE APRENDIZ A MAESTRO
En su niñez llegaría la propuesta para postular al Conservatorio Nacional de Música, pero él no sabía exactamente a qué se referían. “De chico yo no sabía qué era el Conservatorio, me sonaba a un frigider, un lugar donde guardas conservas”, dice Ueunten. Su primera tocada en vivo fue con un payaso a los 11 años en una fiesta infantil, su paga fueron 150 soles y después de eso su oficio quedó claro. Hoy, además de enseñar teclados generales en la escuela, es tecladista de la banda Amén. Las marcas renombradas de teclados le regalan sus instrumentos para que los pruebe y pasa ocho horas a la semana enseñando a jóvenes alrededor de los 18 años en la escuela de música. “La docencia se me dio cuando empecé a enseñarles música a mis hijas”, dice el músico y cuenta que, cada vez que una de sus pequeñas le pide ver una película animada, él le ofrece diez minutos al piano como condición para ver la película. Cuando Ueunten reflexiona sobre música y la forma cotidiana en la que aparecía en su vida desde pequeño, también piensa en sus alumnos y en la forma de lograr que la música aparezca así, como algo natural.