Este verano los centros recreacionales de Lima Norte, con sus inmensas piscinas, han demostrado ser duros competidores de las playas limeñas.
Es que cada vez son menos los que se resisten a lanzarse de sus enormes y coloridos toboganes. Pero, ¿realmente son seguros estos monstruos de fibra de vidrio y acero?
El Andén, Tres Ruedas y Laguna Azul son los nombres de algunos de estos centros que se han convertido en la sensación del verano en Lima Norte. Perú21 los visitó para conocer con qué tipo de medidas de seguridad cuentan con el fin de evitar alguna tragedia en esta calurosa temporada.
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Según explicó el Sub Gerente de Defensa Civil de Villa el Salvador, Jorge Pérez, las municipalidades distritales son las encargadas de inspeccionar las instalaciones de estos centros recreacionales y estas se deben efectuar, por lo menos, una vez por año.
Sin embargo, el funcionario detalló que este trabajo no se ha podido llevar a cabo con rigurosidad en los últimos meses por falta de presupuesto.
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“Con la nueva normativa de 2014 (…) las inspecciones para los juegos recreativos se debieron hacer desde el 15 de octubre. Como la ley salió a mitad de año no se obtuvo el presupuesto tanto para los inspectores y los formatos”, se quejó.
Como principal medida de seguridad, Pérez explicó que los planos de un tobogán deben estar certificados por un ingeniero civil colegiado y que de no ser así la municipalidad debe clausurar el espacio inmediatamente.
Para terminar, dio una serie de recomendaciones a los bañistas que no puedes dejar de ver en el reportaje.
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