Desde dolores estomacales hasta tifoidea puede provocar la ingesta de un turrón de Doña Pepa de dudosa procedencia, que venden inescrupulosos comerciantes ante la alta demanda del tradicional postre en este mes del año.
Percy Bautista, de la División de Servicio de Sanidad de la Municipalidad de Lima, recomendó dudar de estos productos si no cuentan con un registro sanitario o cuyo precio por kilo es de S/.5 o menos.
“Se debe verificar la fecha de vencimiento del turrón y su registro sanitario, pues ello garantiza que ha sido elaborado bajo condiciones higiénicas adecuadas”, comentó el especialista en Radio Capital.
“Los insumos no son los adecuados por eso cuestan baratísimo, las grajeas que tienen no sabemos si tienen colorantes permitidos o no. Hay turrones demasiados anaranjados o rojizos porque el colorante que usan no son los adecuados”, agregó.
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