No hay respeto. Ezequiel Becerra terminó su jornada laboral golpeado y todo porque, como árbitro, impuso una tarjeta amarilla en un partido. EL joven ahora tiene que usar un collarín porque tres fascinerosos lo atacaron durante el encuentro en San Martín de Porres .
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El partido que estaba arbitrando Becerra ya se encontraba en los descuentos, cuando Jonathan Gonzáles, el arquero, comete una falta y por eso se le impuso la tarjeta amarilla, pero nadie se esperaba que esta medida lo enervara tanto.
El golero comenzó a golpear a Becerra y a esta lamentable acción se sumaron dos jugadores, uno no identificado y otro que responde al nombre de Jesís Cornejo Cabo.
Becerra fue salvado por los jugadores del equipo contrario ya que si no lo hacían habría terminado peor. La víctima ha interpuesto una denuncia contra sus agresores y pide que se hagan cargo de los gastos de sus medicinas.
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