Diego Pereira
@acunerme
En febrero del 2015 la Municipalidad de Lima informó que se invirtieron S/26 millones “en semáforos inteligentes” para instalarlos en corredores complementarios y otras vías donde se registra alto tránsito.
Las cosas por su nombre
El problema con lo anterior es que es mentira que en nuestro país existan ‘semáforos inteligentes’, lo que hay son semáforos programados. Así lo dice Alexandra Ames, gerente de la asociación civil Cruzada Vial (y columnista de este diario):
“Nos equivocamos al decir que hay semáforos inteligentes, decimos que lo son porque creemos que “saben contar”, pero estos semáforos con contadores no solo son antitécnicos sino que no saben gestionar el tránsito en tiempo real”.
Ames también precisó que la famosa ‘Ola Verde’ (que debes haber visto en varios distritos de Lima) en realidad es una programación determinada que regula los tiempos de una avenida pero no en tiempo real. ¿Cómo lo hace, entonces?:
“Lo normal es que la data [para ello] sea de un conteo semafórico, pero dudo que hayan hecho un conteo de flujo vehicular óptimo en Lima, además es algo que no se hace ya en el mundo pues se está apostando por sensores”.
Y es en este momento de la nota que tenemos que hablar sobre la “supercomputadora” que la Universidad Nacional de Ingeniería está desarrollando a fin de agilizar el tránsito de Lima mediante el uso, precisamente, de sensores.
¿Una Lima ideal?
Esta es la noticia: Alonso Tenorio, director del Centro de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la UNI (CTIC) explicó a Andina que la supercomputadora creada por un equipo de alumnos y docentes busca agilizar el tránsito de la capital.
““En nuestro país el mercado automotriz continúa creciendo y la solución al tránsito no es la construcción de más viaductos. Por eso, nuestra supercomputadora tomará una decisión de acuerdo a la cantidad de vehículos que transitan en las avenidas para detectar los congestionamientos y eliminarlos. Es una verdadera solución para lograr que Lima sea una ciudad inteligente e interconectada. Anhelamos tener una ciudad ordenada y automatizada”
Según Andina el primer distrito en experimentar con el sistema será San Isidro en un plazo de 90 días y se espera replicarlo en Lima Metropolitana. Todo esto suena muy bien, pero en el Perú nunca es tan fácil.
Más allá de la tecnología
David Fairlie —ingeniero de tránsito experto en ingeniería vial, seguridad vial y optimización semaforica— felicitó la iniciativa pero se mostró dudoso sobre la implementación del sistema de un momento a otro y remarcó la importancia de tener una correcta asesoría al abordar este problema:
“Me parece genial que se hayan dado cuenta de las deficiencias y que propongan soluciones innovadoras, y que quieran modernizar el sistema (…). [Pero] Hay cosas que no se deben implementar porque pueden poner en riesgo a los usuarios, causar siniestros, muertes incluso. La programación de semáforos no es cosa de juego no debe experimentarse en el campo”.
De hecho, para Fairlie el problema del tránsito en Lima va más allá de los semáforos o las supercomputadoras. Según dice, el sistema planteado por la UNI se usa en ciudades donde ya se agotaron todos los demás recursos de ingeniería vial para mejorar el flujo de tránsito y el problema es que en Lima todavía no se ha hecho nada. Repetimos: nada.
Fairlie propone que es esencial cambiar los diseños de las intersecciones, pues —así le metas una supercomputadora que busca maximizar la eficiencia de un cruce— son tremendamente ineficiente. Lo que necesitamos, sostiene, es aumentarle a las intersecciones carriles para giros, diseñados para la demanda que exista (tal y como se hace en el resto del mundo):
“Se podría hacer mucho más si se añadiera un carril bien calculado y se reprogramara el semáforo con detectores en la pista (que no es una tecnología nueva, existe hace 50 años) y que permita ahorrar el tiempo en el tránsito”.
Por su parte, Alexandra Ames, considera el problema desde el lado administrativo, otro gran bache para solucionar problemas en Lima (y el Perú en general):
“La verdad es que esto puede funcionar… pero no va a funcionar en Lima hasta que no se regule administrativamente la situación de los distritos en las ciudades. Por ejemplo: cada distrito es dueño de sus tiempos semafóricos, lo cual es una gran problema porque ponerse de acuerdo entre distrito y distrito, ¡es una locura!”
Imagina por un momento la avenida Arequipa y considera todos los distritos que atraviesa. ¿Imaginas lo complicado que es que cada uno administre una porción? Según Ames, la coordinación intersemafórica es una de las grandes soluciones que necesita la ciudad.
Entonces, no basta la tecnología y tampoco el rediseño de toda la ciudad, sino también reformas administrativas. La solución que necesitamos tiene que ser integral.
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