Carlos Lara Porras
clara@peru21.com
Las inmediaciones de Mesa Redonda se han convertido en una bomba de tiempo por las noches, debido al aumento de vendedores informales ante la cercanía de las fiestas de fin de año y por el tránsito de vehículos, pese a que los jirones Cusco, Andahuaylas y Ayacucho fueron cerrados para que los peatones puedan circular por las pistas.
Sobre este último punto, muchos conductores de taxis o colectivos entran con sus unidades por los jirones Andahuaylas o Ayacucho. De esta manera, burlan el control de los serenos –que cerraron el cruce de los jirones Cusco y Paruro- y de los policías que, con pasividad, solo observan esta situación.
La congestión vehicular y el desorden también reinan en la zona a altas horas de la noche porque grandes camiones se estacionan en los jirones Cusco, Paruro y Puno para dejar mercadería.
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