Delfina tiene 22 años y a los 17 se escapó de su casa en Trujillo. Vio un aviso en la calle en el que requerían jóvenes para trabajar de meseras y de inmediato se presentó ante la falsa agencia de empleos.
“El señor que me atendió me dijo que ya no había cupos en Trujillo, pero me podían llevar a Cajamarca, y yo acepté. Sin embargo, cuando llegué a esa ciudad, me dieron ropa especial, me maquillaron y me llevaron a un ‘night-club’ para que atendiera a los hombres. Yo me negué, pero me dijeron que estaba en deuda porque habían pagado mi pasaje. Luego me di cuenta de que había gente que nos vigilaba siempre para que no nos escapemos”, señaló.
Delfina fue víctima de trata de personas. Una de las 3,129 que hasta 2013 fueron explotadas en el país, según el Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público. Aunque la estadística de trata del 2014 aún está en evaluación, se informó que preliminarmente la cifra de explotados el año pasado superó las 630 personas, con lo cual se eleva a 3,759 el número total de víctimas.
Si se tiene en cuenta que el 60% de las víctimas son mujeres menores de edad que fueron captadas con falsos ofrecimientos de empleo, se calcula que unas 2,250 niñas han sido víctimas de este delito.
En tanto, la cifra de denuncias por trata de personas registradas desde 2007 al 2014 alcanzó los 2,287 casos. Solo durante el año pasado, Lima duplicó la cifra de denuncias, aunque ello podría explicarse por la creación de dos fiscalías especializadas y la mejora en la tipificación del delito.
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EXPLOTACIÓN SEXUAL
Regiones como Madre de Dios, Cusco o Loreto se han convertido en zonas de alta incidencia en trata de personas. Allí la explotación se concentra en las zonas de minería ilegal, donde abundan los ‘prostibares’, que captan a jovencitas, en su mayoría indígenas, para ofrecer servicios sexuales.
Sin embargo, es Lima la que concentra la mayor cantidad de este tipo de explotación. En la capital, el comercio de personas se impulsa ahora desde las redes sociales, principalmente mediante Facebook, con páginas que ofertan sexo a domicilio.
Ricardo Valdés, presidente de CHS Alternativo, señaló que la trata de personas crece por la informalidad que impera en el Perú.
“Hay demasiada facilidad para cometer el delito porque hay corrupción a todo nivel, no solo para captar jóvenes, sino también para trasladarlas en las agencias de transporte informal y explotarlas en bares y centros de trabajo también informales”, refirió.
Agregó que otro factor es la impunidad. Por ello, para los tratantes es un negocio muy rentable. “La posibilidad de que purguen cárcel por ese delito es mínima y así lo revelan las cifras, pues, según la información del propio INPE, desde que está vigente la ley de trata de personas, hace siete años, solo hay 45 sentenciados y 75 procesados por el delito”, precisó.
VÍCTIMAS SIN ATENCIÓN
En lo que se refiere a la atención y asistencia de las víctimas, también hay problemas. Desde el año pasado funciona en Lima el primer centro especializado de atención a víctimas de trata, pero este solo tiene espacio para 12 personas.
A esto se debe agregar que hay muchas víctimas que no logran ser recuperadas porque, en el momento de las intervenciones, no son derivadas a lugares seguros y vuelven al círculo de la trata.
Carlos Villarroel Quinde, comisionado de la Defensoría del Pueblo, señaló que se han detectado muchos casos de presuntas víctimas que son intervenidas en las carreteras por operarios de la Sutran, que desconocen el protocolo para estos casos y no saben adónde derivar a las víctimas.
La titular de la Fiscalía Especializada en Trata de Personas, Rosario Wong López, manifestó, en ese sentido, que falta capacitar a todos los funcionarios que están relacionados a la trata de personas para que sepan qué hacer ante un posible caso.
Por ello, dijo que se está trabajando en un protocolo único de atención a las víctimas y, además, se está elaborando un proyecto multisectorial para la recuperación social de las víctimas de trata.
FALTAN RECURSOS
Eso no es todo. Valdés indicó que otro grave problema que afecta la lucha contra la trata de personas es la falta de recursos, pues, aunque hubo un incremento en el presupuesto a S/.4 millones, esto equivale solo al 0.0025% del presupuesto de la República y es insuficiente para la prevención y persecución del delito.
“Solo para atender las necesidades de la Unidad de Víctimas y Testigos del Ministerio Público se necesitan S/.8 millones, y solo se cuenta con la mitad”, refirió.
Además, indicó que los gobiernos regionales y locales también desconocen la magnitud del problema y por ello no han previsto recursos para su presupuesto de 2015.
“Madre de Dios, por ejemplo, que registra una alta tasa de trata de personas, no ha destinado ni un solo sol para la lucha contra el flagelo y ahora tendrá que lidiar con el problema sin recursos”, sostuvo.
Wong López indicó, por su parte, que el Ministerio Público ha creado cuatro fiscalías especializadas más para la trata de personas en Madre de Dios, Piura, Tumbes y Loreto. Empero, estas no se pueden implementar también por falta de presupuesto.
“No es posible que no se asignen los recursos para estos temas pese a que se trata de una política de Estado y existe un plan nacional. Necesitamos los recursos económicos para hacer mejor nuestro trabajo”, enfatizó.
¿SABÍAS QUE…?
- La titular de la Fiscalía Especializada en Trata de Personas, Rosario Wong López, señaló que, desde su creación, hace tres meses, las fiscalías ya presentan resultados positivos, pues se han visto 127 casos de trata, de los cuales 23 ya están judicializados. Además, se han dictado tres prisiones preventivas.
- Durante 2014, el Programa de Protección y Asistencia a Víctimas y Testigos atendió a 218 personas.
Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)
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