Liz Saldaña
@liz_saldaa
Madre de una pequeña de 11 años, esposa, hija intermedia, catedrática, doctora y magíster en Historia. Licenciada en Arqueología, escritora de dos libros sobre ese tema, y desde hace cerca de tres meses directora general de Museos del Ministerio de Cultura. Todas estas funciones y más cumple Luisa Vetter Parodi.
El objetivo de Vetter para el 2021 es colocar a los museos en una categoría internacional. Para esto desea primero ordenarlos, tener las normativas claras, dar mantenimiento a la infraestructura y hacer un cambio de museografía. Y aclara que no solo se debe buscar que más público asista a los museos, sino involucrarlos en la vida cultural.
“No es solo que el público visite museos, sino que vaya al teatro, a la ópera, al cine peruano, que lea libros de autores peruanos. Nosotros como museos tenemos que decirle al peruano: ‘Parte de conocer tu identidad, parte de lo que eres, te lo mostramos acá en el museo. Esto te ayudará a formar tu identidad”, recalca la directora general de Museos.
Tras acabar la secundaria, Luisa Vetter se tomó dos años para analizar qué es lo que realmente quería hacer en la vida. En ese momento, trabajaba en la empresa de catering de su madre y enseñaba cocina en un colegio. De pronto se decidió estudiar arqueología en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Al terminar la carrera, hizo la primera tesis en el país sobre Arqueometría y Arqueometalurgia. Estudió un diplomado en Arqueometría. Luego le siguieron los estudios de doctorado y una maestría en Historia. Gracias a su disciplina, amor por la carrera y años de investigación, Luisa recibirá el premio L’oréal – Unesco – Concytec: ‘Por las Mujeres en la Ciencia’, el miércoles 19 de abril.
“Soy la primera mujer premiada en Ciencias Sociales, desde el 2008 que se realiza este premio en el Perú, todas las premiadas han sido de las otras ciencias. Si bien es visible la mujer gerente, la mujer investigadora está en esa nebulosa que intenta salir, y lo está logrando”, enfatiza Luisa, nombre que lleva su abuela, madre y ahora su hija, las que hacen honor a su nombre, y se reconocen como mujeres luchadoras.
Vetter Parodi no solo se preocupa por la historia y la arqueología. Se indigna con la violencia que sufre la mujer: “Es un tema al que, gracias a Dios, el Estado ya está entrando. Yo lo he visto en mi familia, pero la mujer debe saber que tiene que ser respetada. No tiene que permitirse una sola falta de respeto. Ni verbal ni física ni psicológica. En ningún momento debe agachar la cabeza. Tiene que reforzarse la idea de que somos lo suficientemente buenas para llegar hasta donde queremos”. Guarda sus recuerdos. Mira hacia el horizonte.
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