Funcionarios de la Municipalidad de Jesús María descubrieron que un albergue clandestino para animales funcionaba en un departamento de la residencial San Felipe.
En el interior del predio vivían más de 15 perros en pésimas condiciones y algunos de ellos estaban enjaulados. Los canes estaban hacinados en medio de heces, orines, comida y bolsas de papel.
Los vecinos fueron quienes alertaron de la situación a las autoridades, debido a los malos olores y los ruidos molestos que provenían de dicho departamento.
La Policía Municipal multó a la propietaria del inmueble –identificada como Lourdes López– por maltrato animal, desobediencia a la autoridad y atentar contra la salud de los vecinos del edificio, informó dicha comuna a través de un comunicado.
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