Un extraño caso tiene en manos la Policía luego de descubrir, a inicios de este mes, los cadáveres en descomposición de dos ancianos en el interior de una vivienda valorizada en un millón de dólares. La casa está ubicada en la cuadra 4 de Horacio Urteaga, en el distrito de Jesús María.
Los fallecidos, un par de hermanos de aproximadamente 80 años, vivían en total abandono en el interior de la casa, que fue encontrada completamente en ruinas y plagada de gatos y un perro, mascotas que mantenían mientras estaban con vida.
Sin embargo, enterados del hallazgo de los cadáveres aparecieron en la casa dos personas que se identificaron como supuestos sobrinos de los fallecidos, quienes dijeron que no veían a sus ‘tíos’ desde hace ocho años.
LA IDENTIFICACIÓN
Según informó Reporte Semanal, Patricia Beatriz y Javier Hernán Ortiz Rodriguez, los supuestos sobrinos, identificaron a los ancianos como Pedro Ortiz Sillau y Jaime Francisco Ortiz Sillau. Uno fue encontrado al pie de las escaleras de la casa y otro en el segundo piso de la misma con un hematoma en la cabeza.
Sin embargo, al comprobar los nombres en la Reniec, la Policía se dio con la sorpresa de que el nombre de Jaime Francisco Ortiz Sillau no existe en los registros de identidad nacional. Por el contrario, figura un tal Javier Hernán Ortiz Sillau, cuyo certificado de defunción, extrañamente, data del 2011 y cuyas características físicas coinciden con uno de los cuerpos encontrados.
A la “oportuna” aparición de los sobrinos y la complicada identificación de los cadáveres se suma el hecho de que uno de los hermanos fallecidos poseía cerca de 24 bienes inmuebles además de la mansión en Jesús Maria. Por lo tanto, la Policía sospecha de que podría estar frente a un caso de asesinato.
OTRAS IRREGULARIDADES
En su inspección a la vivienda, peritos de Homicidios de Jesús María encontraron que, pese a que la mansión lucía en completo estado de abandono, había una habitación con productos nuevos y ropa de mujer.
Esto mientras los vecinos aseguran que solo conocieron a uno de los ancianos y que nunca los vieron recibir visitas. En tanto, los sobrinos sostienen que si bien los llamaban una vez al mes, desde el 2005 no consiguieron entrar a la vivienda.
El Ministerio Público ya investiga el extraño caso.
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