Los ambulantes de Gamarra no solo generan desorden y basura en el más importante emporio comercial de la capital. También se han convertido en cómplices de extorsionadores que los usan como señuelos para ‘marcar’ a sus potenciales víctimas.
De acuerdo con Diógenes Alva, representante de los negociantes y quien en el 2004 fuera secuestrado, los hampones cobran cupos a los informales y los defienden en caso de que intenten desalojarlos.
A su vez, los ambulantes permiten que los extorsionadores permanezcan en sus puestos —principalmente en los de comida— para que sigan cada uno de los movimientos de los empresarios a los que quieren obligar a entregarles dinero.
“Lo que ocurre es que nadie quiere denunciar por temor. Por ejemplo, en una de las últimas marchas que hicimos para exigir más seguridad, un vendedor de ternos me aseguró que le pedían 20 mil soles para no atentar contra su vida o su familia”, manifestó Alva a Perú21.
Dejó entrever que estos cuentan con la complicidad de los serenos y la indiferencia de la Policía. “Los municipales solo les quitan la mercadería a los que no pagan cupos”, afirmó.
LABOR DE INTELIGENCIA
¿Qué debe hacer la Policía? En opinión de Alva, debe realizar un trabajo de inteligencia e infiltrar agentes. “Los ministerios del Interior y de la Producción, además de las municipalidades de Lima y La Victoria, deben hacer algo para acabar con esto, lo cual podría dañar seriamente la economía del país”, aseveró.
Toda esta situación los ha obligado a realizar diversas marchas en Gamarra. “No somos escuchados. No sé qué están esperando, ¿que formemos nuestro ‘escuadrón de la muerte’ para defendernos de la delincuencia? Aquí, simplemente, no hay autoridad”, recalcó.
NO INVESTIGAN
Pese a las declaraciones hechas por Diógenes Alva y a una serie de reportajes periodísticos que ponen en evidencia los casos de extorsión y cobro de cupos en Gamarra, la Policía sigue sin investigar estos hechos.
Esto se debe a que muchos empresarios no se han atrevido a denunciar tales amenazas, según manifestaron fuentes de la comisaría de La Victoria consultadas por Perú21.
En la División de Investigación de Secuestros (Divise) de la Dirincri solo figuran las denuncias de dos comerciantes que señalaron que las bandas de extorsionadores les exigen cupos de entre 10 mil y 20 mil soles para “dejarlos trabajar tranquilos”.
Sin embargo, hasta la fecha no se ha capturado a ninguno de estos delincuentes, los cuales siguen operando con total impunidad en el emporio comercial.
“Debemos acabar con esto. Estamos encerrados por la delincuencia. El problema es que cada vez hay menos gente interesada en venir a comprar por la inseguridad que se vive en Gamarra”, puntualizó el dirigente Alva.
De otro lado, los comerciantes piden a las alcaldías de Lima y La Victoria que desalojen a los ambulantes, tal como se ha hecho en Manzanilla. También exigen el relevo de serenos y de los cobradores de parqueo, los que, según afirman, son cómplices de los extorsionadores.
Además, los empresarios afirman que cada día se producen 15 robos en la zona, los que no son denunciados.
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