Un pequeño bulto en el cuello, sudoración excesiva, fatiga, pérdida de peso, entre otros, son los síntomas más comunes del linfoma, un cáncer de la sangre que afecta los ganglios linfáticos, los cuales son órganos que forman parte del sistema inmunológico encargado de combatir las infecciones y enfermedades.
En el Perú, cada año se diagnostican unos dos mil nuevos casos y se prevee un crecimiento anual de 4%, según el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
Existen dos grupos de linfomas: el linfoma de Hodking (LH) y el linfoma no Hodnikg (LNH). El primero es un cáncer que se origina por la producción anormal de linfocitos o glóbulos blancos. Se suele presentar en adultos mayores de 50 años y en el 80% de los casos es curable. Su prevalencia es de un 20%.
El Linfoma no Hodking, por el contrario, es más agresivo. Tiene una prevalencia muy alta: en el Perú se diagnostican 1613 casos al año y causa 900 muertes. En su caso, un tipo de glóbulos blancos llamados células T o células B aumentan y se diseminan por todo el cuerpo, causando en el paciente un inminente deterioro.
Este tipo de linfoma, además, tiene varios subtipos, entre los cuales son más frecuentes la leucemia linfocítica crónica (LLC), que afecta a las células productoras de sangre de la médula ósea. Otro tipo es el linfoma de células del manto (LCM) que surge en las células B y su supervivencia es de 3 a 4 años. Ambas afectan, en su mayoría, a los adultos mayores.
AGRESIVO LINFOMA Y TRATAMIENTO
Aunque los casos de linfoma de hodking aumentan cada año se han dado grandes pasos en el campo de la medicina para combatirlo. Así, además de las quimioterapias y radioterapias que se usan para combatirlo, en marzo pasado, se presentó Ibrutinib, un medicamento que en combinación con otros puede reducir más de 80% los riesgos de progresión o muerte de los pacientes con este tipo de cáncer.
“Con los tratamientos tradicionales, como radioterapia y quimioterapia, la tasa histórica de respuesta era entre 30% y 50%, pero con Ibrutinib, un nuevo fármaco que ya se utiliza en varios países, la tasa ha subido a 88% y 95%.
La nueva terapia ha cambiado la forma de tratar esta enfermedad ya que se usa en pacientes que no responden o han vuelto a presentar síntomas a pesar de un tratamiento previo. Es efectivo en los casos del linfoma de células del manto”, señala la doctora e investigadora peruana Jaqueline Barrientos, actual médico asistente de hemato-oncología en CLL Research and Treatment Program, y profesor asistente de medicina en Hofstra North Shore-LIJ School of Medicine, en Hempstead, New York.
Para diagnosticar el linfoma los médicos cuentan con varios métodos, a saber: análisis de sangre, biopsia de la médula ósea, radiografías, resonancia magnética, entre otros.
Aunque se desconocen las causas de este cáncer, algunos especialistas encuentran que su aparición podría relacionarse con principios activos químicos en los insecticidas o en los productos de conservación de la madera.
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