“No quiero morir sin aprender a leer y escribir. Siempre fue mi sueño, pero nunca tuve la oportunidad. Quedé huérfana de padre a los 8 días de nacida y prácticamente crecí sola, pues mi madre trabajaba todo el día para alimentarme a mí y a mis 7 hermanos y un día nos abandonó y se fue con un hombre”, cuenta Alfreda Llanos, una mujer que a sus 68 años, con la vista cansada y sus manos temblorosas, está aprendiendo a leer y escribir.
“Mi madre también era ignorante como yo; nunca fue al colegio. Seguro por eso no nos hizo estudiar. Tal vez si mi padre hubiera estado vivo, mi historia hubiera sido diferente. Pero no importa. Ahora tengo esta oportunidad. Estoy aprendiendo a descifrar las letras y estoy a punto de cumplir mi sueño”, agrega orgullosa.
Alfreda es alumna del Centro de Alfabetización Motupe, ubicado en San Juan de Lurigancho, el cual es impulsado por Alfalit Vida Perú, una institución sin fines de lucro que trabaja para disminuir el analfabetismo en las comunidades más alejadas de Lima.
Con Alfreda estudia Francisca Mendoza Ortiz, otra mujer de la misma edad, quien toda su vida se dedicó a cocinar, limpiar y cuidar a sus cinco hijos. “Cuando era chica, mi padre no me ponía en el colegio para que no pudiera escribir cartas a algún enamorado y cuando crecí mi situación económica ya no me lo permitió. Pero hoy soy creyente y no puedo leer la palabra del Señor. Eso me motiva. Estoy avanzando poco a poco y creo que pronto lo voy a conseguir”, comenta emocionada.
Mariluz Calero Chávez tiene 69 años y es vecina de Alfreda y de Francisca. Ella nunca supo leer ni escribir, pero lo disimulaba muy bien delante de sus amigos y sus 9 hijos. “Nunca pisé una escuela, pero aprendí a descifrar algunas palabras. Tenía vergüenza y cuando mis niños venían con tarea del colegio y me pedían ayuda, yo solo les gritaba a sus hermanos para que les enseñaran; así salía del aprieto”, recuerda entre sonrisas.
Aunque siempre quiso ir al colegio, Mariluz era la mayor y tenía que ayudar a su madre a criar a sus hermanos pequeños. Ahora ella es una de las alumnas más aplicadas del centro; se esmera en los dictados, dibuja su letra y está aprendiendo muy rápido.
Pero al centro de alfabetización no solo asisten adultos mayores. Zenobia Casqui, de 40 años, no terminó la primaria y ahora, que se ha quedado sola con sus cuatro hijos, quiere completar sus estudios para salir adelante. “Me olvidé lo poco que aprendí, así que tengo que empezar otra vez, pero quiero aprender para encontrar un mejor trabajo y que mi vida mejore”, comenta.
Similar es el caso de Katherine Flores Ruiz, una joven de solo 22 años que, aunque terminó la primaria, se olvidó de todo lo aprendido. “No practicaba y ahora recién estoy recordando. Voy a seguir porque mi meta es estudiar gastronomía y turismo”, nos señala.
META CUMPLIDA
Todas estas mujeres forman parte del 6.3% de peruanos que son analfabetos. Aunque en el Perú la tasa de alfabetización ha ido mejorando año tras año, aún existen más de 1’900,000 peruanos que no saben leer ni escribir. En el 75% de los casos son precisamente mujeres y en el 80% pertenecen a la tercera edad y provienen de localidades alejadas de la sierra peruana.
Pese a ello, las cifras son alentadoras, pues el Perú –junto con Bolivia y Surinam– está entre los países de América Latina que este año alcanzarían la meta de alfabetización establecida por la Unesco.
“El compromiso con la Unesco en la reunión de Educación de Dakar del 2000 fue reducir al 50% la tasa de analfabetismo en el Perú (que entonces era del 10%) y estimamos que el país termine el año con un índice de 5.4%, lo que quiere decir que la meta está a punto de alcanzarse”, dijo el especialista en temas educativos Idel Vexler.
El educador lamentó, sin embargo, que desde el 2012 se haya desactivado el Programa Nacional de Alfabetización, para crear en su lugar una unidad de alfabetización. “Ello sin duda debilitó el trabajo que hace el gobierno en este tema; si no, ya habríamos sido declarados por la Unesco libres de analfabetismo. La alfabetización es esencial para participar de la sociedad, pero el ministerio está dando poca prioridad al tema y su trabajo prácticamente está pasando desapercibido”, manifestó.
LENGUAS DISTINTAS
Sin embargo, el viceministro de Educación, Flavio Figallo, mencionó que el referido programa se desactivó porque simplemente cumplió sus objetivos. Agregó que conforme se va cerrando la brecha, cada vez cuesta más trabajo reducir la tasa de analfabetos. Ello debido a que los sectores que quedan por recuperar son personas de mayor edad, viven en localidades rurales alejadas o hablan en lenguas que no tienen escritura.
“En el mundo, un país con 6% de personas que no saben leer ni escribir ya es considerado libre de analfabetismo”, destacó. No obstante, dijo que el Ministerio de Educación está trabajando para alfabetizar a los peruanos que aún no saben leer ni escribir.
“En el Perú se hablan 29 lenguas diferentes y nosotros tenemos profesores y materiales para 18 de esas lenguas, aunque falta más trabajo, igual se hace el esfuerzo, pero es más complicado”, comentó.
Figallo detalló que el trabajo se realiza desde la Dirección de Educación Básica Alternativa, que está dirigida fundamentalmente a los alumnos que no terminaron la primaria o no comenzaron el colegio y ya tienen más de 18 años. Hay, además, programas especiales en los Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA) que permiten llevar educación a las poblaciones más pequeñas para que terminen la primaria.
En las 26 regiones del Perú hay 825 CEBA que tienen, a su vez, 2,850 círculos de aprendizaje y agrupan a 38,896 estudiantes. Asimismo, se trabaja con Essalud para alfabetizar a las diversas comunidades de ancianos del país que lo necesiten.
ALFABETIZACIÓN GRATUITA
Aunque el Perú está a punto de alcanzar la meta de alfabetización, todavía hay trabajo por hacer. Como la población que falta alfabetizar es la más difícil y la oferta del Estado no es suficiente, Alfalit Vida Perú ha asumido el reto de llevar su labor alfabetizadora a los adultos de las zonas más pobres e inaccesibles de Lima.
El programa de Alfalit está en 22 países del mundo y cuenta con el apoyo de la Iglesia Cristiana. Idelis Torres es la directora de esta ONG que, después de más de dos años de estar paralizada, retomó sus operaciones en el Perú.
“Actualmente contamos con 21 centros de alfabetización en San Juan de Lurigancho y Huarochirí, donde atendemos a 160 personas, las cuales reciben clases de lectura, escritura y cálculos matemáticos, durante nueve meses, para lograr los conocimientos equivalentes a un tercer grado”, detalló.
Pero el objetivo del programa es extenderse a otras partes de Lima donde hay necesidad y para ello están buscando un convenio con el Ministerio de Educación, a fin de que sus estudios sean reconocidos oficialmente.
Los maestros de Alfalit son voluntarios y el material que usan los alumnos es gratuito. Por eso toda ayuda es bienvenida en el teléfono: 682-7585.
TENGA EN CUENTA
- El viceministro de Gestión Pedagógica, Flavio Figallo, dijo que las personas analfabetas o que no han terminado la primaria pueden acceder a la educación en diferentes plataformas presenciales o virtuales que ofrece el Estado.
- Para ello se pueden acercar a un CEBA o pedir información sobre la educación a distancia, enviando un correo a la página web de la Dirección de Educación Básica Alternativa (www.minedu.gob.pe).
- De otro lado, sostuvo que, tras ser declarado libre de analfabetismo, el Perú se pondrá como nueva meta en Educación que todos los peruanos concluyan la secundaria, pues actualmente un 18% de la población no lo hace.
- Asimismo, dijo que se buscará mejorar la tasa de educación superior, que actualmente no llega al 30% de la población, y se seguirá trabajando en universalizar la educación inicial, que está en 84%.
Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.