¿Por qué hay tan pocos perros guía en el Perú?

Ellos son Fernando y ‘Lola’. Él es invidente y ella es su perro guía, quien lo ayuda a movilizarse por toda Lima:

“Ella hace que me sienta más independiente que utilizando un bastón” —cuenta —, “me da seguridad y me apoya alcanzándome las cosas. Me ayuda a esquivar los obstáculos e impide que sufra algún tipo de accidente en la vía pública”.

Fernando tiene un pedido para quien esté próximo a gobernar nuestro país: “Que en el Perú se implemente una escuela de perros guías, ya que existen profesionales capacitados en la materia”.

A dos semanas de la segunda vuelta, preguntémonos: ¿cómo vamos con eso?

LA ODISEA DE LOS PERROS GUÍA
Empecemos aquí: el 7 de enero de 2012 se promulgó la Ley N° 29830, que promueve y regula el uso de perros guía por personas con discapacidad visual.

Se supone que esta norma garantiza — desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial El Peruano — el libre acceso de personas con discapacidad visual con estos animales a cualquier lugar (público o privado), medio de transporte y centro de trabajo.

Sin embargo en la práctica, como suele ocurrir, el desconocimiento abunda en torno al tema. Ya en el 2014 (dos años después de publicada) el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis) comentaba que la norma tenía vacíos que eran necesarios corregir.

“La ley no tipifica las infracciones y le da al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables la competencia de sancionar”, dijo en ese entonces Elizabeth Calle, directora de Normatividad del Conadis.

Por ejemplo, en el 2011, cuando aún no teníamos una ley que regule el tema, Margarita Cósar, Marcos Sura y Juan Pérez Salas denunciaron a Plaza Vea por no dejarlos ingresar con sus perros guía. Tras dos años de lucha, el Tribunal Constitucional reconoció el derecho de los denunciantes.

Tiempo después, en octubre de 2014, un chofer de Metropolitano hirió a ‘Ozzy’ — un perro guía adiestrado durante cinco años en una de las mejores escuelas caninas de EEUU — al impedir que este suba al bus con su dueño.

Fernando Bolaños, en ese entonces viceministro del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, enfatizó la importancia de estos animales:

“Son perros que tiene un entrenamiento que cuesta US$40 mil para que sean los ojos de esta personas, por ello no puede impedírseles el derecho a lo básico como transportarse”.

¿Por qué tan caro? En principio debes saber que en nuestro país no existe un solo centro de adiestramiento para perros guía. Quien quiera contar con este beneficio debe salir del Perú y volver con uno, lo cual es bastante caro.

Pero ese no es el único problema.

SOLO SERÍAN CUATRO
Hasta el 2013 solo existían tres perros guías acreditados y registrados en nuestro país. Ese año,la revista Somos nos contó lo complicado que puede ser conseguir uno:

“(…) se trata de un proceso que puede demorar hasta un año. Uno debe postular, enviar un video sobre su rutina diaria, referencias, certificados médicos y esperar. Una vez que es aceptado, toca viajar a Estados Unidos para capacitarse en el trato con el animal”.

Si sumamos a ‘Lola’, ahora son cuatro los perros guía que hay en nuestro país y — como nos recuerda su dueño Fernando — la diferencia con otros países es abismal: España tiene al menos 1,000 de estos animales y Chile aproximadamente 500.

Perú21 quiso corroborar esta información contactándose con el Conadis — organismo que conforme a ley lleva el registro de estos animales en nuestro país —, pero al momento de la comunicación el listado no se encontraba disponible. Sin embargo, sí nos confirmaron que el número es bastante bajo.

Un funcionario del Conadis nos explicó cuál es el problema:

“El principal obstáculo era la regulación, quienes tenían la posibilidad de tener un perro guía se encontraban con un problema a nivel de uso pues no los dejaban entrar a ningún lado. En vez de hacer una inversión que iba a generar problemas, preferían no usar perros guía. Se espera que con la nueva reglamentación, estos animales también se puedan adiestrar en nuestro país”.

En suma: si hay pocos perros guía es porque no hay demanda. Y esto no se debe a la falta de personas con discapacidad visual, sino a la falta de facilidades para obtener uno.

Sin embargo, una modificación a la antigua norma, publicada el pasado 27 de abril y actualmente vigente, debería ayudar a mejorar esta situación y fomentar el uso de más perros guías pues:

• Detalla puntualmente cuáles son las infracciones que se pueden cometer contra una persona con discapacidad visual que tenga un perro guía.

• Detalla también cuáles son las sanciones que se aplicarán contra los responsables de estas infracciones (desde 0.5 de una UIT hasta 12 UIT, dependiendo de la gravedad).

• Establece cuáles son los límites de acceso hacia una persona con discapacidad visual (determinando que al único lugar donde no se les puede dejar entrar es a áreas de acceso restringido).

Este es un tema que ningún candidato ha puesto en agenda, pero ello no significa que no sea importante.

[Fotos: Anthony Niño de Guzmán]