La Tercera Fiscalía Penal de Chiclayo concluyó que no existió un plan para asesinar al alcalde Roberto Torres, como lo denunció el mismo burgomaestre el pasado 24 de febrero ante la Policía Nacional. La autoridad edilicia había asegurado que delincuentes recibieron US$40 mil para acabar con su vida.
El fiscal Juan Carrasco, a cargo de la investigación, informó ayer que el caso fue archivado el último viernes por falta de pruebas. “Los interrogados solo indicaron que se basaron en un rumor. No se comprobó las amenazas de muerte (a Torres) y tampoco que había dinero de por medio”, sostuvo el magistrado.
Al respecto, el regidor de oposición Guillermo Segura afirmó que Torres hizo dicha denuncia para desviar la atención ante las constantes críticas a su gestión. En esa misma línea opinó el concejal Manuel Cabrejos, quien dijo que no es la primera vez que el alcalde hace acusaciones sin sustento.
Perú21 intentó comunicarse con el burgomaestre, pero fue imposible el contacto.
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