Marisa Fernández, una mujer que perdió las manos en un atentado terrorista en los 80, pidió la máxima sanción para aquellos que utilizaron su nombre para revocar al alcalde de Ate, Óscar Benavides.

Una firma falsa y una supuesta huella digital de Fernández aparece junto a las de menores de edad y personas que fallecieron hace varios años en los planillones para sacar a Benavides de la Alcaldía, según un análisis de la Policía Nacional.

El burgomaestre, entrevistado por América Noticias, culpó de las irregularidades a su teniente alcalde Simón Ortiz, quien podría ser revocado el próximo 17 de marzo al igual que Susana Villarán.

El funcionario municipal junto a otras 20 personas podrían ser acusadas de falsificación de firmas, delitos contra la fe pública y asociación ilícita para delinquir.

A pesar de las pruebas, la Quinta Fiscalía de Santa Anita aún no se pronuncia.