Patricia Chumo (graciela.chumo@peru21.com)
Si usted es una de las personas que quiere construir su casa en el exclusivo balneario de Asia o quizá pretenda invertir en un importante negocio o hasta en una pequeña bodega, tenga mucho cuidado. La industria de la extorsión en esta zona del sur de Lima ya no solo ataca a grandes empresas constructoras, sino también a los propietarios de terrenos y de diversos locales comerciales.
A estos alarmantes niveles ha llegado el delito de la extorsión que –como es público– es manejado desde las principales cárceles del país, mientras que sus cómplices que operan en las calles lo hacen con total impunidad debido a que se amparan en seudos sindicatos de construcción civil.
INVASIÓN EN ASIA
¿Qué está sucediendo en este importante balneario del sur de Lima? Si bien antes los extorsionadores acudían solo a importantes empresas constructoras y les exigían hasta el 10% del costo total de determinada obra, ahora este delito se ha masificado. Los hampones han llegado al extremo de poner tarifas por la edificación de cada piso.
Así, obligan al dueño de un terreno o al profesional a cargo de la obra, a pagarles S/.2,000 semanales si se trata de la construcción de una casa de un piso. Si el inmueble será de dos niveles, se deberá pagar hasta S/.3,000 a los maleantes.
El ‘discurso’ de estos es siempre el mismo: “Usted tiene que pagarme un porcentaje del valor de la obra; si no, se atiene a las consecuencias”, tal como lo hizo un extorsionador que fue filmado por su víctima y cuyo video puede ver aquí.
“Ningún sindicato te acepta menos de S/.1,800 a la semana por obra. Los hampones se desplazan a bordo de modernos automóviles con lunas polarizadas y provistos de armas de largo alcance”, señaló una de las víctimas que vive en el balneario de Asia.
Estas organizaciones criminales están compuestas por entre 10 a 15 sujetos. Se sabe que en Asia operan al menos tres sindicatos que se disputan el cobro de cupos.
De acuerdo a información de la Policía, estos hechos ocurren entre mayo y diciembre porque es en este período en que se realizan las obras de construcción, las remodelaciones de las casas y departamentos en este balneario.
El accionar de estos hampones llega al extremo de exigir cupos de entre S/.200 y S/.800 semanales a dueños de hoteles y de bodegas para, supuestamente, darles seguridad.
FALTAN POLICÍAS
Según comprobó Perú21, las personas tienen miedo de denunciar estos hechos y los pocos que lo hacen son conscientes de que la Policía no se da abasto. Así, ver un enfrentamiento entre supuestos obreros de construcción civil es un hecho cotidiano.
Y es que en la comisaría de Asia solo trabajan 10 policías, además del comisario. La mitad lo hace en el turno de día y los otros cinco, en la noche. “La Policía no presta ningún tipo de seguridad porque estos delincuentes los amenazan. Es más, sucede que ellos tienen mejores armas y más gente que los propios policías”, contó un ingeniero.
RECIBOS POR HONORARIOS
El colmo de estos delincuentes es que –cuando se trata de empresas constructoras– les envían a los ingenieros los recibos por honorarios profesionales de los supuestos obreros de construcción. “Se sabe que muchas de estas bandas emplean datos falsos e incluso utilizan las identidades de reclusos de diferentes penales”, informó la Policía.
Asimismo, buscan a personas indigentes o de zonas marginales para que estas abran cuentas bancarias para cobrar la extorsión. A cambio les dan entre S/.200 y S/.300. Así, cuando el dinero es retirado de las entidades bancarias, la Policía solo ubica a estas personas.
Las mafias de extorsionadores cuentan con todo tipo de armas. Así lo demuestran las intervenciones policiales realizadas en los últimos meses en las que se han incautado hasta granadas de guerra.
Según la Policía, los pseudoobreros de construcción civil también han comenzado a operar como traficantes de terrenos en los balnearios del sur de Lima. La Divproc realiza acciones de inteligencia para capturarlos.
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