El canguro que desapareció del lujoso Lamborghini no era del empresario Hugo Quintana Bardelli, quien fue asesinado a balazos dentro del vehículo, en Surquillo. Le pertenecía a Fernando Fernández Dávila López, amigo de la víctima.
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Así lo confesó este último ayer a los agentes de la Dirincri. En su declaración, Fernández Dávila dijo que conoció a Quintana hace cuatro meses y que el día anterior al crimen ambos fueron a un restaurante de la Costa Verde y, por descuido, olvidó el canguro en el auto.
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¿AGENTE DOBLE?
Una hipótesis que maneja la Policía es que Hugo Quintana Bardelli fue una suerte de “agente doble del narcotráfico”. Es decir, un traficante que informaba reservadamente a la Policía, y que lo habrían matado tras delatar a narcos.
Según la revista Caretas, el asesinado empresario pudo ayudar a la desarticulación de la banda de narcotraficantes que cayó en una exclusiva vivienda de La Molina con 622 kilos de drogas y numerosas armas.
De otro lado, se investigan si los viajes que Quintana realizó en Panamá y Colombia, entre 2011 y 2014, tendrían relación con los envíos de droga a Europa que aparentemente coordinaba como parte de una mafia internacional.
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