Te quiero, pero no podemos vivir juntos

Nadie lo duda: Luis y Rosario se quieren. Se nota que viven un lindo romance, que comparten muchas cosas juntos. Son la pareja perfecta… Pero solo en la apariencia.

Entre las cuatro paredes de la intimidad, ambos tratan de sobrellevar sus diferencias: a ella le gusta el rock; a él, la salsa. Ella disfruta de Bing Bang Theory; a él le parece absurda esa serie. Ella goza con la literatura fantástica; él prefiere los textos más duros.

Estas enormes brechas, lejos de complementarlos, los separan día a día. Peor aún, cuando tienen un problema, a ella le gusta conversar y discutir una y otra vez el tema; Luis, en cambio, prefiere pasar la página y guardar silencio.

La cosa ha ido a extremos insospechados. Las peleas han ido incrementándose, han llegado a los gritos e, incluso, a algunos empujones.

Pero algo pasa con ellos que no pueden separarse. Rosario asegura que cuando Luis está en paz, es el hombre más cariñoso, más atento y más amable del mundo.

“Parece enfermo, pero luego de la pelea lo extraño. No puedo vivir sin su calor. Me hace mucha falta”, les confiesa a sus amigas más íntimas, quienes le han recomendado que lo abandone.

Luis, por su lado, dice que no va a encontrar otra esposa como Rosario, que es una mujer íntegra y comprensiva. Pero todo esto se va al tacho cuando escucha sus críticas, las que lo hacen sentir el ser más defectuoso y miserable del mundo.

“Particularmente, odio cada vez que ella usa las palabras ‘nunca’ y ‘siempre’. Ella jura que nunca le presto atención, que siempre estoy distraído y que espero a que ella tome las decisiones cuando, en realidad, lo que no quiero es imponer mi idea sino llegar a un consenso”, le comenta a su familia.

Ya han llegado a pensar en la separación. Pero nadie se atreve a dar el primer paso. Temen que la violencia se incremente y que, en el futuro, ya no puedan controlarla. Para colmo, ambos vienen de hogares en los que la violencia y el poco amor de los padres ha sido una constante.

¿ES AMOR O QUÉ?
Para Estuardo Yacolca, director del Centro Peruano de Psicoterapia Integral (www.cperuanopsicoterapiaintegral.com), lo primero que se debe analizar es si vale la pena continuar con esta relación y si, en verdad, hay amor entre ellos.

“Diferencias siempre va a haber. Eso no debería ser algo terrible. Lo importante es determinar cómo se resuelven estas y cuántas se tienen. También hay que tomar en cuenta si hay disposición afectiva, compromiso y amor. De lo contrario, los intentos de solución siempre van a ser improductivos”, señala.

Pero, ¿cómo saber si existe amor? Yacolca admite que esta es una respuesta sumamente compleja, ya que depende de cada uno. “Solo lo sabe la persona que lleva este sentimiento”, indica. Se trata de una sensación de bienestar que le hace disfrutar de la compañía del ser amado (al menos así debería ser y no tendría por qué convertirse en un tormento).

Pero hay una serie de detalles que se deben tomar en cuenta para saber si eso que alberga tu corazón es amor: si admiro, valoro y aprecio a la otra persona. Quizá eso pueda servir como un indicativo, aunque no son los únicos que se deben tomar en cuenta.

TENGA EN CUENTA

- Las diferencias entre los miembros de una pareja siempre van a existir.

- Lo importante es mantener el respeto y solucionar los problemas de la mejor manera.

- Si la situación se vuelve incontrolable, lo mejor es acudir a un especialista para superar el mal momento.