Sexo.21: Sugerencias musicales para una ardiente sesión amorosa

¿Qué mejor manera hay de aprovechar el tórrido verano con que ha comenzado este 2016 que haciendo el amor con tu ser amado? Fuera el estrés, fuera las obligaciones diarias. Quédate a solas con tu persona deseada y recrea una atmósfera sensual y provocativa con una adecuada selección musical: la que te proponemos.

VIEJOS POTENTES
Si te gusta la música popular más clasicona, los viejos mitos melódicos nunca fallan, aunque por cuestiones de machismo siempre fueron más osados los cantantes masculinos: una sesión de Sandro de América vale lo que todo un banquete de afrodisíacas ostras, sobre todo si va acompañada de sus videos. Fácil entender por qué nunca fue popular en España: en pleno franquismo hubiese desmayado a media población femenina con su lujuriosa gestualidad…

Más melifluos y sutiles son los ibéricos Julio Iglesias o el añorado Manolo Otero, quien con sus viriles recitados caldeaba en los 70 los bajos instintos de millones de fans femeninas. Sin embargo, la más atrevida siempre fue la cultura francesa: ya en 1968, Serge Gainsbourg aireaba un tema tan hot como “Je t’aime… moi non plus”. Se puede elegir entre la versión con Brigitte Bardot o con Jane Birkin, a gusto del consumidor…

MAGIA NEGRA
Sea cliché o no, lo cierto es que muchos solistas masculinos de color han sido percibidos históricamente con una marcada aura de voluptuosidad: el siempre mencionado Marvin Gaye y sus apremios sexuales; o Barry White y sus sinfonías con voz concupiscente y cavernosa; incluso Jimi Hendrix y el cacareado (y presunto) paralelismo entre su dominio de la guitarra y un atributo sexual de equiparables dimensiones y efectos…

En esa tradición, Prince fue un excelente cultivador de la sensualidad sonora, con un grado más de metrosexualidad… mientras Lenny Kravitz aún sigue aportando decibelios de calentura con su voz, su actitud y sus tórridas guitarras.

AQUELLOS LASCIVOS OCHENTA
Los años 80 trajeron una mayor explicitud a la música pop: George Michael, con su “I want your sex”, y Madonna, ¡con casi cualquier tema!, alzaron con eficacia probada la temperatura en discotecas y alcobas. Una banda especialmente lúbrica fue Duran Duran, que fomentó el escándalo al incluir señoritas en topless dentro de sus videoclips primeros (como en “Girls on Film”, de 1981) y siempre ha sido ferviente partidaria de mezclar la elegancia y el eros (“All She Wants is” aporta un prístino ejemplo).

Asimismo, empezaron a surgir divas sexys del suntuoso pop británico: Sade Adu, con su voz de terciopelo y sus contoneos de pantera, es un óptimo preludio suave a una noche volcánica; Eighth Wonder, con su juguetona vocalista Patsy Kensit, supone otra baza segura para caldear los sentidos.

Si tu cita íntima es más transgresora, los de Frankie Goes to Hollywood continúan siendo todo un símbolo del hedonismo carnal.

ARTISTAS PARA DAR Y TOMAR
El pop actual está repleto de artistas que juegan con la explicitud hasta el límite de lo escabroso… Reggaetoneros y divas del soul bailable no tienen reparos en recargar sexualmente sus letras y sus bailes: Nicki Minaj trufa de procacidades sus canciones, aunque para ser realmente efectiva es menester contemplar sus videos. Si lo que se prefiere son letras eróticas con ínfulas líricas, Ricardo Arjona es la opción perfecta.

Si el reproductor de video está a mano, una buena sesión sonora y visual será perfecta para terminar consagrando la reunión con una noche pasional: el menú puede incluir artistas como Jennifer López y su ‘poético’ “Booty”, Robin Thicke y su principesco “Blurred Lines” (la versión sin censurar, por favor), Janelle Monae y su bondiano “Sincerely Jane” o, cómo no, Adanowsky (el hijo consecuente de Jodorowsky) y su pornográfico y estimulante “Would you be mine”.

Ojo, no confundir ese video con el de su dueto con Teri Gender Bender, “Don’t try to fool me”, que muestra a ambos artistas sin ropa alguna en plena calle y enzarzados en una pelea al aire libre, de tal virulencia que puede enfriar al toque toda la candente atmósfera conseguida…

DATO

• El pop evoluciona con las sociedades: “antiguos” íconos de la música adolescente como Miley Cyrus o Justin Bieber parecen hoy estrellas del cine porno, haciendo públicos en las redes sus desnudos y aireando sus preferencias sexuales. ¡Los tiempos cambian!