“Descubrí que tenía diabetes a partir de un problema en la intimidad”, cuenta Manolo (39). “Poco a poco experimentaba una mayor dificultad para tener erecciones. Mis amigos me decían que era por la edad, pero en un chequeo de rutina me detectaron diabetes”, agrega.
La decisión de Manolo fue precisa: seguir el tratamiento para controlar la diabetes, un mal que no solo afecta el plano sexual, sino a diversos órganos como ojos, riñones o corazón. El tratamiento es de por vida. “Por suerte, mi pareja me apoyó en ese proceso. Al principio, cuando no tenía el diagnóstico, nuestra dinámica sexual se vio afectada. Me daba cuenta de que no estaba conforme. Pero después, gracias al tratamiento y a mi cambio en el estilo de vida, estamos recuperando poco a poco el terreno perdido”, cuenta Manolo.
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En efecto, los problemas de salud pueden limitar seriamente la actividad sexual. La hipertensión, los accidentes cerebrovasculares, la menopausia, la depresión, los males de la próstata, la obesidad, las fracturas, las patologías reumáticas, el cáncer: todo ello afecta a las personas de verdad. ¿Este tipo de infortunios son suficientes para suprimir la vida sexual de los humanos? Veremos la respuesta más adelante.
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RETO PARA SUPERAR
El diario británico The Guardian tiene una sección muy interesante y enriquecedora para quienes quieran descubrir un aspecto real de la sexualidad humana. Se llama ‘Sexual healing’ (Curación sexual). Es una suerte de consultorio para quienes tienen dificultades sexuales serias. Hay personas que comparten experiencias como la imposibilidad de sentir placer debido a dolores genitales crónicos, lo cual hace que la penetración sea una experiencia tortuosa. También hay casos de varones que, debido a un cáncer de próstata, se preguntan cómo recuperar la actividad sexual con su pareja.
“Las personas que sufren alguna enfermedad no deben tener miedo a la hora de preguntar al médico sobre su vida sexual”, afirma Rebeca Podestá, psicoterapeuta y especialista en sexualidad humana. “Así sabrán si deben o no tener relaciones sexuales, en qué medida, a partir de cuándo, en qué condiciones, en fin”, agrega.
La psicooncóloga Cecilia Brozovich es optimista respecto a los pacientes con cáncer. “Considero que muchos pacientes pueden tener, en la medida de sus posibilidades, una vida sexual placentera, a menos que el médico lo considere peligroso, claro está. De hecho, la terapia sirve para mostrarle al paciente que puede disfrutar la vida. No quiero decir que deban pretender vivir como si nada hubiera pasado. Ya que el cáncer es una enfermedad seria, es cuestión de adaptarse a esta nueva condición”, señala la especialista.
Volvamos a la pregunta: ¿los problemas de salud son retos u obstáculos para tener una vida sexual? Eso dependerá, pues, de la gravedad de cada caso. Si bien en muchos casos los médicos considerarán que tener relaciones sexuales no es recomendable, en muchos otros sí será posible. ¿Cómo saberlo si no pregunta? La idea es averiguar, buscar soluciones y no dejarse vencer por el pesimismo.
SABÍA QUE
- Para la psicoterapeuta Rebeca Podestá, la creatividad es una herramienta para disfrutar del sexo cuando la pareja tiene alguna dificultad física.
- Mejorar la calidad de vida sexual, durante el desarrollo de una enfermedad seria o después de la misma, es trabajo de dos, no exclusivamente de uno. “Se necesita complicidad”, dice la psicooncóloga Cecilia Brozovich. La voluntad de ambos es vital para salir adelante.
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