Los tonos más usados suelen ser los azules, turquesas y agua marina que remiten al mar y el cielo despejado, así como los naranjas y amarillos. Aplícalos en mesas, sillas, cojines, macetas, adornos, etc.
El color blanco suele plasmarse en el interior de la casa, pues produce sensaciones de relax y amplitud. Además, este tono absorbe la luz y hace que el espacio se vea más iluminado.
Para pintar una zona expuesta al sol, se recomienda el uso de productos lavables.
Para la piscina, busque un revestimiento de color azulino o turquesa. Este puede ser pepelmas, hidrazo, etc.
Si desea darle color a las rejas, utilice pintura epóxica; es ideal para metales, pues, gracias a su resina de alta durabilidad y resistencia, evita la corrosión y la oxidación.
Para darle calidez al ambiente, incluya madera dentro de la decoración; puede incluir este material en el mobiliario. Los adornos en madera también serán útiles y no representarán un gasto significativo.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.