En Mistura, sierra y selva se han dado la mano y conviven en mismo espacio. Así, ha nacido el Mundo andino y amazónico… y estos son nuestros recomendados.
EL AGUAJAL
El chaufa amazónico se ha convertido, a golpe de porciones generosas y sabrosas, en un clásico de nuestra gastronomía. La cecina viene de Tarapoto porque, dicen es la más gustosa.
Pero si se queda con ganas de más, en ‘El Aguajal’, el buen restaurante sanborjino que se ha trasladado hasta Mistura, pida un juane. Este tiene como sazonador a la misteriosa mishquina, único ingrediente –a la altura del loche norteño- que hará de su experiencia toda una fiesta.
RISTORANTE FRATELLO
Rodolfo León ha creado uno de los platos con más corazón de Mistura: los ñoquis de papa nativa. Les compra directamente a los productores y asegura precio justo. ¿Y de sabor? No siga leyendo, vaya a comerlos. Están cubiertos con una crema de leche que son los Andes en su máxima expresión.
También tiene una lasagna con todo le brío que la fusión ítalo-peruana puede lograr.
LA PEÑA DEL GORDO
El restaurante lo fundó Efraín Obregón hace ya varias décadas en Caraz, esa provincia ancashina que se ha convertido en toda una embajadora de sabores y sazones.
Felizmente, sus hijos han sabido mantener la tradición: su cuy es jugoso y crocante, y va con unas papas aderezadas con ají panca que resultan un contraste a tanta sabrosura.
Ahora, si quiere potenciar su experiencia ancashina, le recomendamos su Atallau She: un cebiche de cecina casi tan bueno como el original.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.