Martín Martínez, el heladero que lleva sabor por las calles de Lima

Martín Martínez nació hace 46 años en Surco, y desde el 2005 ingresó al mundo de la venta de helados D’Onofrio. Es un trabajo temporal –se ejerce solo en el verano, de diciembre a abril–, pero le da los recursos necesarios para vivir. Su esposa comparte su oficio y ruta: Martínez va con su carrito de D’Onofrio por las calles de Surco y Barranco.

“En un buen día saco unos S/.70 u S/.80. Cuando está bajo el negocio, unos S/.40 o S/.50, pero lo bueno es que soy mi jefe y me pongo mi horario, generalmente de 10 a 6 p.m. cuando el sol más quema. ¿Los días que más vendo? Los fines de semana”, señala.

Asimismo, agrega que “de mayo a noviembre, cuando el frío toma Lima, me dedico a la construcción. Si bien uno siempre desea ganar más, no me quejo: gracias a mi oficio, mi hija mayor, quien tiene 20 años, estudia Comunicaciones en la Bausate. Hasta el año pasado, ella también me ayudaba”, nos dice Martínez, mientras va vendiendo helados Huracán y Sin Parar, Bombones y Dolcetto; este último es el más vendido de la temporada.

“Somos parte del paisaje de la ciudad. En Miraflores y San Isidro tenemos prohibido tocar nuestra clásica corneta, dicen que contaminanos el ambiente. Quizá tengan razón, pero también llevamos felicidad”. Es verdad.

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