1. No todas las personas presentan el mismo grado de intolerancia, por lo que es bueno controlar la lactosa que se consume en función a cuánto se puede tolerar. Para definir el grado de intolerancia, intente tomar medio vaso de leche acompañado de algún alimento, y vaya aumentando la cantidad, hasta percibir algún síntoma.
2. Al consumir productos lácteos, es importante que sean acompañados por otros alimentos, y no sean ingeridos con el estómago vacío. Una digestión más lenta podrá ayudar a que la enzima lactasa, escasa en el sistema de un intolerante a la lactosa, funcione con mayor efectividad.
3. Seleccione muy bien los alimentos que consume, ya que algunos podrían generarle una mayor intolerancia que otros. Por ejemplo, algunos lácteos como el yogurt, contienen un 20% menos de lactosa que la leche regular. Los quesos duros y de maduración, a su vez, retiran en el proceso de fabricación la mayor parte de la lactosa.
[Los intolerantes a la leche tienen solución]
4. El consumo regular de alimentos probióticos también puede ser de gran ayuda. Estos contienen mil millones de cultivos, que según investigaciones recientes, son bacterias muy beneficiosas para la salud y el sistema inmunológico humano. Fáciles de digerir, ayudan a que el organismo tenga una mayor tolerancia a la lactosa.
5. Debido a que la intolerancia a la lactosa se presenta con mucha frecuencia, existe una amplia gama de productos lácteos que no la contienen. Por ello, sería beneficioso para la salud reemplazar los alimentos regulares por esta clase de productos, que presentan los mismos nutrientes, proteínas y vitaminas que los lácteos regulares.
6. Revise constantemente los ingredientes de todos los alimentos que consume, ya que la lactosa podría estar escondida en alguno de ellos. Algunos panes, cereales, sopas, aderezos y dulces podrían contenerla. Es una buena forma de evitar síntomas de intolerancia, como dolores estomacales, gases y diarrea.
7. Por último, existen diversas pastillas que se toman antes de consumir toda la clase de alimentos lácteos, para colaborar con su digestión. Consulte con su médico al respecto.
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