En una reciente entrevista para Playboy Brasil, Ronaldinho Gaúcho reveló el secreto que lo llevó a convertirse en el mejor futbolista del mundo: tener sexo antes de brincar al césped. Una confesión que invita a la discusión académica, sin duda.
Hay entrenadores que, contrarios al método Ronaldinho, encierran a sus jugadores durante los días previos a un cotejo. “Concentración” se llama. El temor del comando técnico es que los jugadores se hagan daño en otras canchas. Sucede.
El ghanés Kevin Prince Boateng, mediocampista del AC Milan, se lesionó por tener “demasiadas” relaciones sexuales con su novia, la modelo italiana Melissa Satta. Es difícil comprobar si, en efecto, el sexo antes de los partidos tiene una influencia directa en el rendimiento. Solo sabemos por qué Ronaldinho sonreía tanto cuando jugaba en el Barcelona.
PLACER Y DINERO
Las personas que ganan más dinero tienen más sexo. A esa conclusión llega un estudio de Nick Drydakis, profesor de la Universidad Anglia Ruskin (Reino Unido).
Si bien el trabajo de Drydakis –que contó con la participación de 7 mil personas encuestadas– señala que hay una correlación entre salario y frecuencia sexual, la verdad es que no establece un vínculo de causalidad. ¿Será solo una coincidencia?
TACOS AFRODISIACOS
Hace cinco años, la uróloga italiana María Cerrutto reveló que las mujeres que usaban calzado con taco aguja podían mejorar su rendimiento sexual. Esto debido a que la postura de los pies y la ayuda de la gravedad influían positivamente en los músculos del suelo pélvico, responsables del funcionamiento de los órganos sexuales.
Lo curioso es que dicho estudio está rebotando nuevamente en la red, como si se tratase de una novedad o, inclusive, de una verdad científica incuestionable. Ojo con esto, sobre todo porque se ha demostrado que el uso excesivo de tacos, en realidad, perjudica.
NO MÁS ‘APPS’
El boom de los teléfonos inteligentes nos hace más brutos. A esa conclusión parece haber llegado la escritora Rachel Kramel Bussel.
En una columna titulada “No quiero ni necesito una ‘app’ que mida mi vida sexual”, Rachel cuestiona la existencia de aplicaciones para smartphones que califican –basados en parámetros como la bulla que uno hace o qué tanto nos movemos sobre la cama– el rendimiento. Habría que ser un tonto para creer que el sexo solo se evalúa con criterios cualitativos.
EROTISMO CON SABORES
Hay algo llamado “sexo vainilla”. Teóricos del ciberespacio y seguidoras del libro Cincuenta sombras de Grey sostienen que se trata del sexo convencional, sin sorpresas, “monse”.
Según los artículos revisados, la moraleja es abandonar el “sexo vainilla” y buscar otros sabores, es decir, nuevas experiencias. ¿Cómo será el “sexo aguaymanto”? ¿Habrá “sexo camu camu con choco chips”?
DATOS
- El sexo no ayuda a bajar de peso. Tendría que ser una sesión exigente y prolongada, de modo que el gasto calórico se equipare al de actividades como ir al gimnasio. A menos que usted sea un atleta del colchón, no se engañe.
- Según una nota de prensa publicada por la Universidad de Oxford, la acumulación de grasa en muslos y caderas resulta beneficiosa para el organismo. Buena, Tilsa.
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