El planeta tiene mecanismos naturales para absorber CO2. Los árboles, por ejemplo, lo captan del ambiente y devuelven oxígeno. Los océanos también capturan C02. Sin embargo, la excesiva cantidad de este gas invernadero, liberado por las actividades del ser humano, ha alterado la capacidad del Océano Atlántico para absorberlo.
Según un reporte publicado en el diario El Mundo (España), este hallazgo ha sido posible gracias a la investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, institución que ha analizado información correspondiente al intervalo entre 1990 y 2006.
La meta consiste en determinar cómo este escenario afectará al clima, a fin de tomar las medidas preventivas del caso.
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