Isobel Bowdery, estudiante de Sudáfrica de 22 años, sobrevivió al ataque en la sala de conciertos El Bataclán, en París, y decidió contar su testimonio del recuerdo que, en sus palabras, “la perseguirá toda la vida”.
“Era solo una fiesta del viernes, un concierto de rock en el que la gente se divertía, bailaba, cantaba y era feliz. Nunca piensas que una cosa así te pueda ocurrir a ti”, dijo la joven que había asistido a la presentación de la banda Eagles of Death Metal en Bataclan la noche del viernes 12 de noviembre en París.
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“Cuando los hombres entraron por la entrada principal y comenzaron a disparar, creímos ingenuamente que era parte del espectáculo”, escribió en su página en Facebook.
“Me hice la muerta. Me quedé inmóvil durante una hora, sin moverme, sin ni siquiera respirar. En aquellos momentos solo pensaba en las personas que amo, pensaba en el modo de decirles que los quiero. Sobreviví, pero 89 personas no tuvieron la misma suerte que yo”, relata Isobel.
you never think it will happen to you. It was just a friday night at a rock show. the atmosphere was so happy and…
Posted by Isobel Bowdery on domingo, 15 de noviembre de 2015
“No fue solo un ataque terrorista, fue una masacre. Decenas de personas fueron asesinadas justo delante de mí. El suelo se llenó de charcos de sangre. En la sala se oían los gritos de hombres adultos que tenían los cadáveres de sus novias en las manos”, detalló la joven.
“Conmocionada y sola, me hice la muerta durante más de una hora, tendida entre las personas que veían a sus seres queridos inmóviles. Contuve la respiración, traté de no moverme, de no llorar, de no mostrar a aquellos hombres el miedo que deseaban ver. Fui increíblemente afortunada de sobrevivir. Pero muchos no tuvieron tanta suerte”.
A pesar de la dura experiencia, Isobel explica que no pierde la esperanza en que el mundo pueda mejorar.
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“Recuerdo del hombre que vigiló si estaba bien en todo momento cuando estaba tirada en el suelo, a las personas que han abierto las puertas para ayudarnos, a todos los que nos han ayudado a huir. A quienes me compraron ropa nueva para quitarme la que tenía llena de sangre. Todo esto me hace creer que este mundo tiene el potencial de ser mejor”, concluye.
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