Cada vez más personas son víctimas de la inseguridad ciudadana en el Perú. Hoy este flagelo se ha agudizado y afecta a todos sin distinción: a niños y adultos, a pobres y ricos. Por ello, es considerado por los peruanos como el principal problema que aqueja al país, según una encuesta realizada por la organización Proética el año 2015, en todo el territorio nacional.
La última encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) concuerda con ello. La misma arrojó que el 88.4% de los peruanos mayores de 15 años se siente inseguro, es decir, teme ser víctima de un hecho delictivo en los próximos 12 meses.
Esta cifra se ha incrementado en comparación con la registrada por el INEI en el 2014, cuando la percepción de inseguridad era del 85.8%.
Según los mismos estudios, el porcentaje de personas que fueron víctimas de algún delito (tasa de victimización) creció de 30.5% en el 2014 a 30.8% en el 2015. También arrojó que más del 90% de los delitos están referidos a actos contra el patrimonio.
De otro lado, la última encuesta de victimización del Barómetro de las Américas (2014) colocó al Perú como el país más inseguro –por encima de naciones de Centroamérica– con un 30.6%. Es decir, casi un tercio de los peruanos admite haber sido víctima de un delito en el último año.
Ante ello, ¿cómo va el panorama en Lima? Según la encuesta de Pulso Perú (realizada del 31 de julio al 24 de agosto del 2015), la inseguridad ciudadana se posicionó por sexto año como el principal problema para los limeños. El estudio detalló que los robos callejeros aumentaron de 40.6% en el 2014 a 48.9% en el 2015.
Esta problemática es mayor en el Callao. Pese al estado de emergencia decretado por el gobierno, 16 personas ya han sido asesinadas.
El flagelo de la inseguridad también se ha agudizado tras la eliminación del régimen 24x24, pues no solo afectó al patrullaje integrado, sino también a muchas entidades públicas y privadas que contrataban a agentes de la PNP para servicios de seguridad.
Por la gravedad del problema, Perú21 da a conocer las principales propuestas de seis postulantes a la presidencia que lideran las preferencias electorales. También se entrevistó a expertos.
SABÍA QUE
- El último sondeo del INEI indicó que los departamentos con tasas más altas de victimización son Puno (39.7%), Cusco (38.8%) y Junín (35.5%).
 - Las de menores tasas de victimización son San Martín (13.5%) y Amazonas (16.8%).
Medidas con mucho populismo
Eduardo Pérez Rocha / Exdirector de la PNP
“Hay muchas propuestas populistas de los candidatos sobre cómo combatir la inseguridad ciudadana. Todos hablan del qué hacer, pero nadie dice cómo combatir el problema. No tienen medidas concretas para revertir los índices delictivos y muchos hablan de reforzar y reformar a la Policía, pero ello no es fácil. ¿De dónde saldrá el dinero para hacer esas reestructuraciones? Ningún candidato habla al respecto. Proponen planteamientos generales como trabajar en temas de inteligencia. Sin embargo, no dicen de qué forma lo harán, qué recursos usarán y en qué tiempo. Por ejemplo, dos de los candidatos afirman que sacarán las Fuerzas Armadas a patrullar las calles. Esto es ilegal, pues tendrían que modificar la Constitución. Aquí se requiere una reorganización estructural de la Policía Nacional tal como lo hizo Colombia en su momento, pero para eso el vecino país invirtió 20,000 millones de dólares. Hablar es fácil”.
No hay un diagnóstico integral
Walter Albán / Director ejecutivo de Proética
“Las propuestas de los candidatos no responden a un diagnóstico integral del problema de la inseguridad ciudadana. Hay muchas promesas inconexas y efectistas. Ahora, no se puede examinar el tema de la inseguridad ciudadana sin antes haber visto el de la corrupción, y viceversa. No ha habido ningún esfuerzo de los candidatos por estudiar cuál es la situación de fondo, pues si lo hubieran hecho se habrían dado cuenta de que el problema central de la inseguridad es la corrupción dentro de la Policía Nacional. Entonces, hay que luchar primero contra este flagelo y luego, sobre esa base, se puede comenzar a plantear estrategias que tengan viabilidad. Las propuestas no hacen hincapié sobre la depuración de los malos agentes dentro de la institución policial, pues no hay un entendimiento cabal del problema. También se necesita la dedicación exclusiva de los policías para combatir los actos delictivos”.
Por Óscar Flores (oscar.flores@peru21.com)
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