Si hubo pago de sobornos para adjudicar a Odebrecht el proyecto Vías Nuevas de Lima, la ex alcaldesa Susana Villarán debió saberlo.
Como burgomaestre, Villarán firmó el contrato de concesión con la empresa Odebrecht. Ese acuerdo, además, pasó antes por los vistos del Comité Especial de Promoción de la Inversión Privada (CEPRI) del municipio, y es la alcaldesa quien elige a sus miembros. Es bien difícil que a sus espaldas algún funcionario haya recibido alguna coima.
Hay que recordar también que el plan vial fue una iniciativa privada, no hubo un concurso. Esto se da cuando el Estado no cuenta con recursos y concede al privado la ejecución de la obra.
La compañía busca recuperar su inversión y genera sus ingresos a largo plazo. En este caso lo hace a través del cobro de peajes que se ubican en las vías.
Si se demuestra lo del pago de coimas, lo que se ve con Odebrecht es que hubo contratos que han distorsionado el espíritu de las iniciativas privadas, pero aquí son los funcionarios públicos los responsables de que eso suceda.
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