Juan Velit: “Fue un quinquenio desaprovechado”

¿Qué papel cumplió la Cancillería en el gobierno de Ollanta Humala?
Creo que tuvo altibajos durante los cinco años. Con Ana María Sánchez se esfumó el ligero ímpetu que hubo al inicio; ella inmovilizó la Cancillería, no tuvo la capacidad política de articular una presencia más protagónica en el escenario latinoamericano.

El canciller Ricardo Luna reveló anomalías en el nombramiento de 22 embajadores en el último año del gobierno…
A un embajador no se le nombra por 6 u 8 meses, por lo menos debe estar dos años. Si un embajador es designado a Europa, le dan US$25 mil (para su viaje e instalación) y, cuando regresa, la misma cantidad. Un desplazamiento de corto tiempo demanda US$50 mil por cada embajador. Esto rompe la práctica diplomática y rompe la misma institucionalidad de la Cancillería porque se alteran sus normas clásicas.

¿Hubo un maltrato a la Cancillería, como lo consideró el congresista Víctor Andrés García Belaunde?
Hubo un deterioro de la imagen del Perú en el exterior. Hay tres o cuatro embajadores que no dieron la talla para esos puestos.

¿Esto sucedió siempre?
En el último año y medio se agudizó el deterioro de la institucionalidad.

Entonces, ¿cómo califica la política exterior?
En términos generales, sin iniciativa, sin propuestas importantes, pese a que existieron los medios y el contexto político.

¿Considera que fueron cinco años perdidos?
Fue un quinquenio desaprovechado en materia internacional. Posiblemente en temas sociales se alcanzaron algunos éxitos, pero en el plano internacional lo desaprovechamos.