El presidente debe asumir que la gestión gubernamental en Educación empieza a partir de ahora. Habiéndose producido la censura, lo que corresponde es nombrar un ministro que asuma una nueva realidad en la gestión de la educación y eso implica que, además de tener un perfil técnico, sea conocedor del sector, que tenga vivencia directa en la educación básica y superior.
Pero, además, una persona con apertura, con criterio convocante y con una mirada plural, no solamente hacia la diversidad de la comunidad educativa sino también a la diversidad específica que tenemos en el Congreso y en el Ejecutivo.
Es necesario relanzar una transformación educativa porque así como hay cosas que deben mantenerse, hay otras donde deben tomarse decisiones urgentes. Hoy buscan implementar un currículo con muchos cuestionamientos.
El nuevo ministro debe replantear la política pedagógica curricular, no podemos seguir con más de 120 mil maestros contratados a 2017.
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