Violencia de las raíces, raíces de la violencia

Roberto Lerner, Espacio de Crianza
espaciodecrianza.educared.pe

Xaviera, de 5 años, una tromba incontenible, es violenta con su mamá: le pega, araña y muerde. Viven en Australia.

A través de unos gatitos que tengo en la sala de atención comenzamos a conversar. Sobre Australia, su hermanito, su papá que debía llegar en unos días. Me contó que él trabaja con un camión de reparto. Su capacidad de expresión verbal en español es sorprendente: sus padres emigraron hace 8 años. Es recontra australiana.

Pregunto a la mamá qué tal les va allá. “Muy bien”, contesta, pero con tristeza en la voz. “Pero hemos mantenido”, dice, “nuestra cultura peruana contra viento y marea. A veces nos sentamos a la mesa con la camiseta de Alianza puesta, no vemos tele. Nos juntamos solamente con peruanos. Hemos construido una barrera. Estamos tan lejos”.

Al día siguiente, con la madre, conversamos sobre lo que significó para ellos dejar el país, y de cómo Xaviera, una niña australiana de padres peruanos, no puede establecer sus propias raíces en nombre de las raíces de sus progenitores. “Tú vas a morir con el sabor del ceviche en la boca. Xaviera sabe lo que es el ceviche y tus nietos, bueno, no sé, depende, pero puede ser que no lo sepan”, le dije.

Xaviera protesta contra quienes no la dejan tener futuro en nombre de un pasado que no conoce. A los 5 años, cuando comienza su socialización fuera de la familia, ella, una australiana, se enfrenta con una realidad, la suya, extraña. Xaviera es un arbolito sin raíces, sostenida únicamente por las raíces de sus padres. Y eso, paradójicamente, puede llevar a que no pueda, más adelante, reencontrarse con su origen peruano.