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"Tres sicarios quisieron acabar con mi vida"

“Desde el 29 de junio del 2012, que atentaron contra mi vida por segunda vez, vivo en la clandestinidad. Recibo mensajes amenazadores, me han ‘hackeado’ mis cuentas de correo electrónico y mi teléfono está ‘chuponeado’”.

Foto: Fabiola Valle.
Foto: Fabiola Valle.

Luis Palomino,Sacerdote y exalcalde ancashino
Autor: Ricardo Monzón K.
rmonzon@peru21.com

La Comisión de Fiscalización del Congreso sesionó ayer en la región Áncash, donde se recogieron más denuncias contra la gestión de César Álvarez. Una de ellas fue la del sacerdote y exalcalde del distrito de Quillo, en Yungay, Luis Palomino Palacios, que asegura tener pruebas de haber sufrido dos atentados contra su vida por parte de gente de Álvarez, y estar viviendo gracias a un milagro.

Ayer usted denunció que allegados al presidente regional César Álvarez atentaron contra su vida…
El 1 de junio de 2010 fui agredido por una turba de siete comandos solo porque fui alcalde del distrito de Quillo de 2007 a 2010, no querían que sea una autoridad. Irrumpieron en el restaurante donde el director regional de Educación, Miguel Aristas, y yo estábamos. Me rompieron el tabique, los dientes. De la misma forma agredieron al señor Aristas.

¿Quién o quiénes lideraban esta turba?
Ahí había tres personas claves, el señor Elvis Camarena, actual gerente del proyecto Chinecas, el señor Rupay y la señora Victoria Vásquez Carrillo, que son miembros del Movimiento Cuenta Conmigo (partido de César Álvarez). Ellos simplemente entraron, nos pegaron y se fueron.

¿Y qué hizo en ese momento?
Llamamos al presidente regional César Álvarez y él me ofreció disculpas. Pero a los pocos minutos salió a dar una entrevista en una radio de Casma donde decía que yo estuve ebrio. Felizmente el señor Aristas y yo nos hicimos el dosaje etílico y obtuvimos el certificado de alcoholemia donde salimos con cero gramos de alcohol.

Pudo denunciar a Álvarez.
En efecto, lo pude querellar.

¿Por qué no lo hizo?
Porque todo está comprado. Al día siguiente el policía que me dio el certificado de alcoholemia fue cambiado a una sede en Huánuco, imagínese.

También atentaron contra su vida en otra oportunidad…
Así es, el 29 de junio de 2012, cuando ya no era alcalde; tres sicarios entraron a la casa parroquial Santos Mártires, en Miraflores Alto, a las 11:30 pm. Buscaron todo para encontrar documentos míos y para encontrarme a mí y matarme. Yo en ese momento no estaba ahí porque salí hacia Chimbote.

¿Los sicarios a los que hace mención encontraron gente dentro de la sede parroquial?
Sí, estuvo el sobrino del padre José Sánchez y una señora con su hijo que estaban de visita. A ellos los llevaron a un cuarto y les preguntaban por mí, pero como no me encontraron se fueron.

¿Usted sabía que lo estaban siguiendo?
Sí, yo decidí salir de la ciudad porque sentía que ya me seguían muy de cerca. Estaba en Casma y tenía que decidir si ir a casa de mis padres o buscar otro lugar, pero no quise ir a mi casa para que mis padres no sufran, y me fui a Quillo, en donde había sido alcalde.

Tampoco denunció este atentado…
No, porque simplemente no había garantías. Además, amigos míos de la Policía me dijeron que el coronel Edgar Amaro, que era el encargado, sabía del caso, pero que no iba a hacer nada porque estaba del lado de César Álvarez.

¿Ahora que las autoridades están sesionando en Áncash tiene una esperanza de que la situación mejore?
Así es, tenemos que seguir dando pasos adelante, yo creo que la presencia del Estado, con todos los poderes que han venido –la Fiscalía, la Policía, el Congreso, etc.– se podrá hacer un trabajo conjunto.

A pesar de que algunos vinculan al fiscal Peláez con los archivamientos de las denuncias contra Álvarez.
Yo confío en los poderes del Estado. Han venido haciendo un mea culpa y no hay que olvidar que el Estado está justamente para proteger a sus ciudadanos.

Usted ya fue parte del Estado, fue alcalde, ¿participaría en las próximas elecciones para ocupar el cargo de César Álvarez?
Por supuesto. No le tengo miedo a la mafia. Voy a hacer uso de mi derecho como ancashino, como peruano, de participar en las elecciones del 5 de octubre de este año para llegar a la presidencia regional de Áncash.

Desde el segundo atentado que sufrió, ¿cómo ha vivido hasta ahora?
En la clandestinidad, buscando un lugar donde cobijarme todos los días.

No ha vivido tranquilo.
No, recibo mensajes amenazadores, me han ‘hackeado’ mis cuentas de correo electrónico, mi teléfono está ‘chuponeado’.

Debe ser terrible vivir así.
Llega un momento en que, quieras o no, te quiebras. Uno como sacerdote, por la oración, la confianza de Dios, aguantas, pero somos seres humanos y te quiebras. Yo también me he quebrado, pero solo, en mi covacha.

¿Es un milagro que esté vivo?
Si sigo viviendo es gracias a un milagro.

AUTOFICHA

- Luis Palomino Palacios fue alcalde del distrito de Quillo, en Yungay, del 2007 al 2010. Ahora se presentará como candidato al gobierno regional de Áncash.

- “El actual alcalde del distrito de Quillo, Wilmer Goñi, ha planeado eliminarme jurídicamente poniéndome diez denuncias”.

- “Cuando intentaron matarme, el obispo Simon me recomendó salir del país, pero inmediatamente me pusieron esas denuncias para impedir mi salida y matarme”.


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