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"En el transporte vivimos una guerra"

“Debemos tener una sola autoridad que vea los temas de tránsito y una sola autoridad nacional que vea los asuntos de transporte, solo así combatiremos sus problemas”, nos dice Adrián Revilla, de Cruzada Vial.

Foto: César Fajardo.
Foto: César Fajardo.

Adrián Revilla,Experto en transporte
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Adrián Revilla es la cabeza de la Asociación Civil Cruzada Vial. Desde allí, plantea soluciones para el caos de nuestro transporte. Para empezar, propone la existencia de una sola gran autoridad que se encargue de regularlo y la urgente educación cívica y vial de nuestros pobladores.

Ha sido jefe de la Sunat, ahora trabaja en Asbanc. Dígame, ¿cómo se mete en el mundo del transporte, de la seguridad vial?
En Europa, donde viví, conocí un sistema vial impresionante, donde todos respetaban las reglas. Allí me di cuenta que ordenar el tránsito no era complicado, que tenía solución. Conversé con Juan Luis Avendaño, asesor de Ricardo Belmont, por entonces alcalde de Lima, y me pidió que le alcanzase mi propuesta. Junté a algunos expertos y les entregué un documento… que llegó a publicarse en un diario. Sabíamos qué hacer, qué medidas tomar, pero nos faltaba apoyo económico y, también, de las autoridades.

Hasta entonces, conformaban un grupo de entusiastas preocupados por la ciudad…
Así es. Hubo un momento que tiré la toalla pues no conseguíamos los fondos para trabajar. Soy muy creyente y, un día, mientras estaba por el Pentagonito, oí por la radio la noticia de que habían muerto 40 personas en un accidente. Le reclamé a Dios por esto, lo responsabilicé de lo sucedido. Horas más tarde recibí la llamada de mi amigo Héctor Agui, quien tenía que darme un encargo de Gladys Triveño (exministra de Humala), sobre Proexpansión, institución que habían creado para solucionar los problemas de tránsito. Me negué, pero insistieron y decidí reunirme con ellos. Lo curioso es que recibí esta llamada justo cuando pasaba por el Pentagonito. Entonces, entendí esto como una respuesta de Dios a mi reclamo.

Y allí su labor empezó a tener manifestaciones concretas…
Exacto. Reunimos fondos –nos apoyaron Apeseg, Araper, el Jockey Plaza, Toyota, la U. de Lima y Telefónica– y publicamos, a fines de 2008, el informe ‘Antídotos para la congestión y la inseguridad en el tránsito’. Luego fundamos la Asociación Civil Cruzada Vial. Nuestros recursos aún son limitados, muchas veces hacemos magia, pero ya estamos planteando soluciones. Por ejemplo, gracias al apoyo del experto Juan Carlos Dextre, hemos planteado el rediseño de algunas intersecciones: en el Rímac, en Jesús María, en Miraflores, en Barranco, y dos en Salaverry y dos en Pershing. Lamentablemente, hasta hoy la Municipalidad de Lima no cumple con el compromiso firmado que tiene con nosotros de ejecutar estos últimos rediseños.

Pero también plantean soluciones macro. ¿Lima es una ciudad viable?
Totalmente viable. Recordemos que muchas ciudades europeas, algunas antiquísimas y diseñadas para que por sus calles circulasen carretas, hoy funcionan perfectamente. Eso sí, en ninguna parte del mundo todos los vehículos circulan todos los días, hay restricciones. Veamos el caso de Santiago de Chile, donde las cosas funcionan: es más chica que Lima pero tiene tres veces más vehículos. Hay congestionamiento por momentos, sí, pero se avanza, la gente sabe esto y no se desespera porque hay orden, nadie se mete el carro. Es decir, la solución está en la capacitación vial y en la educación de sus pobladores.

¿Y no hay algo de idiosincrasia, de cultura?
No, porque si así fuera, el peruano que va a Santiago no respetaría las normas de tránsito, pero allá lo hace. Es decir, hay que formar, hay que educar.

¿No nos faltan vías, puentes, semáforos, logística?
Tenemos desorden, mala señalización. No hay uniformidad de criterio. La semaforización es mala, descoordinada; hay vías por construir… Todo esto pertenece al tema del tránsito, pero también debemos atacar el tema del transporte, y eso implica la creación de un sistema de transporte público eficiente, ordenado, mucho mejor que el que tenemos hoy (Metropolitano, Tren Eléctrico, etc.). La gente debe movilizarse en transporte público y dejar los autos particulares para el fin de semana, para las noches, para situaciones excepcionales.

Un buen transporte público es masivo…
Así es: metro, tren, metropolitano. El uso de combis en la ciudad no tiene lógica. Lo de las mototaxis fue una solución de emergencia, quizás hasta útil, pero es insegura y está mal regulada.

Estos días vemos cómo la Policía, la Municipalidad y el Ministerio de Transportes evaden sus responsabilidades. ¿Cuál es la solución?
Debe existir una sola gran autoridad de transporte, a quien todos le hagan caso. Ella debe decidir el uso de vías, la integración de los sistemas de transporte. Y debe crearse una sola autoridad de tránsito, que vea la creación de las normas y fiscalice su cumplimiento tanto con la policía, las municipalidades, los gobiernos regionales y el Ministerio de Transporte. No hemos entendido que vivimos una guerra: cada año mueren 3,500 personas por accidentes de tránsito, más de los que mata el cáncer o los que mató el terrorismo en su época más violenta.

AUTOFICHA

- Debe haber solo una gran autoridad nacional en temas de tránsito. La Policía debe dedicarse a educar a la población en temas de las leyes y reglamento de tránsito.

- El Consejo Nacional de Seguridad Vial (CNSV), que yo presidí un tiempo, no sirve para nada, no tiene fuerza, no tiene ni uñas ni dientes.

- Cada año mueren 3,500 personas por accidentes de tránsito. Y hay unos 50 mil heridos, muchos paralíticos, postrados. Lo que nos falta es liderazgo, autoridad.


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