Fernando Maestre,Opina.21
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Este suicidio tiene rasgos que destacamos porque en las uniones, de tanto en tanto, ella pasa por la fantasía de quitarse la vida al ver que el objeto amado no colma sus expectativas. El dolor de sentirse no querida puede llegar a esos extremos, ya que a la mujer no le basta tener una pareja sino que debe estar segura de que esta la ama con intensidad. El desamor del marido puede activar antiguas pérdidas: del padre que no la amó al esposo que la dejó. La pérdida del amor es vivida como la muerte de un objeto (personaje de su mundo interno); desde allí, su vida se embarra de dolor y soledad por el cadáver interno. Así empieza el camino de la futura suicida, peregrina por la vida, que busca reencontrarse con el que se fue. Lo busca en su cuerpo, lo odia y lo ataca; al hacerlo, se maltrata, sufre, procura destrozar su piel (como lo hacen muchas jóvenes con cortes en los brazos), lo que va destinado al que la dejó. Un día llega el final, el que deberá ser tortuoso, doloroso y cruel. Saltará de un puente, tomará veneno o se electrocutará desnuda. ¿Por qué? Por venganza.
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