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De acuerdo con la directora del Instituto de Finanzas Personales, Giovanna Prialé, para que un usuario se dé cuenta de que está “descontrolado financieramente” debe seguir los siguientes pasos:
1. Ponga en blanco y negro sus gastos y contrástelos con sus ingresos. Haga este ejercicio para un año, así le será más fácil identificar los meses en los que está en déficit y aquellos en los que está superavitario.
Esto le ayudará a definir en que épocas del año le es posible ahorrar y en qué otras puede gastar sin remordimientos, como por ejemplo, las temporadas escolares o navideñas.
2. Sepárelos. Ordene los gastos que implican atención de necesidades como el colegio, el médico, el pago de renta, entre otros.
Separe “los deseos” como la compra de un electrodoméstico, el último celular de moda, gastos en licor, salidas al casino, etc.
3. Analícelos. En esta etapa, le toca ver si su mayor desembolso está concentrado en deseos o atención de necesidades. Si gasta más en el primer rubro, entonces sí está descontrolado financieramente.
SALGA DEL HOYO
¿Qué hacer? Para empezar, se debe partir por reconocer que realmente se quiere mejorar la salud financiera, de lo contrario, el plan no funcionará, advierte Prialé.
Si tiene fuerza de voluntad, entonces el siguiente paso es reducir los gastos secundarios a un mínimo razonable, para que así pueda ahorrar.
Así, en lugar de destinar el 10% de los ingresos a consumo de licor o salidas a discotecas, recorte este monto al 2% y con el 8% restante inicie una cuenta de ahorro para sus estudios de especialización, afirma.
“El objetivo debe ser plantearse metas de corto y mediano plazo, alcanzables, que le permitan sentirte satisfecho con lo que va logrando con la mejor administración de sus finanzas”, dice la experta.
Finalmente, para evitar volver a caer en el descontrol, siempre que esté tentado a gastar desordenadamente, concéntrese en armar nuevamente su presupuesto, aconseja Prialé.
Recuerde siempre que el ahorro y la inversión, ahora, en rubros como capacitación posibilitan el acceso a un mejor trabajo o a mejores ingresos, que a su vez le permitirán, luego, gastar más holgadamente.
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