Sergio Galliani,Actor
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Sergio Galliani no solo es un buen actor. Además de estar en Al fondo hay sitio, la serie de mayor éxito de la televisión peruana, es un empresario vinculado al arte que anuncia la construcción de su teatro para el 2013 y la consolidación de Ensamble, su escuela de actuación. Y para cerrar con broche de oro este 2012, mañana organiza la décima versión de El Desgraciadazo, el festival rockero que reúne a Mar de Copas, La Sarita, Daniel F, Masacre, Pamela Rodríguez, ‘Pelo’ Madueño y otras bandas en el Centro de Convenciones de Barranco (República de Panamá 220). Entradas: Tu Entrada.
¿Qué te da el rock?
Adrenalina, vida y me llena de energía. Y, aunque soy melómano, hoy me siento más músico. Como trabajo tanto con la música, hoy subo a mi carro, cierro las lunas, enciendo el aire acondicionado, pero no pongo música, nada de bulla, prefiero el silencio. La música es parte de mi educación, pero me siento más un actor que hace música… bueno, si se le puede llamar música a lo que hago (risas).
¿Te disgusta que le llamen ‘chongo-rock’ a lo que haces en Chabelos, tu banda?
No, porque eso hacemos (ríe). En Chabelos hacemos pura diversión, pero también queremos decir cosas, cosas que, por ejemplo, no puedo decir como actor. No solo somos KKQLOPDOPIS (el nombre de su primer disco). La música también es terapia y ejercicio: en lugar de ir al psicólogo y al gimnasio, nos dedicamos a tocar (ríe).
Daniel F dice que admira el desparpajo de Chabelos…
Y cerramos los conciertos (ríe). Lo mismo digo de Daniel F, quien es el único músico que consigue, guitarra en mano y nada más, que metaleros, punkekes, baladistas y demás se callen, se pongan a escucharlo y a cantar con él. Daniel F y nosotros tenemos en común la honestidad, no tenemos más caras en el escenario.
¿Y debemos tomar en serio a Chabelos?
¿Y por qué no? ¿Fuiste adolescente? Cuando lo fuiste, ¿no parabas mirando culos todo el día? (risas). Con esta actitud no solo estoy prolongando mi adolescencia, ganándole años al infortunio, prolongando mi vida. Si yo pierdo al niño que llevo dentro, dejo de jugar, y eso sería muy malo para mi trabajo.
Has logrado hacer de tu oficio una empresa…
Y que mi familia viva cómoda. Trabajo desde los 15 años. Quería comprarme mi moto y mi tabla, y trabajé para conseguirlas. Luego, he sido vendedor de carros, he tenido una sanguchería, una cafetería y una panificadora, una marca de ropa; he distribuido helados, he importado ropa y perfumes, pero decidí vender todo eso y dedicarme a una empresa vinculada a mi oficio, así nace SG Producciones. Es decir, no sé si soy un empresario, pero sí soy un comerciante (ríe).
¿Los jóvenes están tomando como carreras serias la actuación, la música?
La música no tanto, por eso hay que seguir prendiendo una velita misionera por el rock peruano. No hay medios de difusión que transmitan la creatividad de nuestros músicos. Eso no pasa en el teatro; desde que la empresa privada entró, hay más producciones y su calidad se ha elevado, se han abierto nuevos teatros y se ha ido ampliando un público.
Las radios locales son un problema. Ni Gian Marco, con sus tres Grammys, puede pasar sus nuevas canciones allí…
Las radios se manejan por tendencias, por nichos: Planeta solo pasa rock en inglés; Oasis, donde tengo un programa diario, pasa música de los 80 y 90. Por eso me siento cómodo, porque es la música de mi generación.
¿No puedes influir en el programador para que Oasis pase música peruana?
Tendrían que ser cosas que encajen en el formato 80-90 de la radio. Pero sí puedo hacer entrevistas y anunciar la agenda alternativa.
Entonces, no hay espacio para los jóvenes músicos peruanos.
No es que no haya espacio, lo que sucede es que las radios, los promotores y demás no creen en el músico peruano… y menos en los músicos alternativos, quienes no tienen espacio. Yo creo que la solución vendrá, como pasó con el teatro, de la mano de la creación de nuevas escuelas de música, como las que han abierto la UPC y la Católica. De allí saldrán los intérpretes, compositores, directores y productores que profesionalizarán la música y crearán el mercado que hoy no existe. Entonces, a las radios, promotores, productores y empresas no les quedará otra que apoyar al músico local, repito, como pasó en el teatro.
Terminas bien el 2012. Al fondo hay sitio sigue batiendo récords de sintonía…
Mi temor es que acabe Al fondo hay sitio y que, luego, yo no vuelva a tener el mismo éxito. La valla es alta, la serie ha estado cuatro años en la cima. Y mira que a Nachito, mi personaje, le pasa de todo: impotente, solo y abandonado (ríe). Y, en el caso de Nicolás y Grace, bueno, ya maduraron, al fin dejaron la pubertad (risas).
AUTOFICHA
- Organizo El Desgraciadazo para mantenerme en contacto con la gente, para promover la movida alternativa y darle continuidad. No podemos dejar que se apague.
- El Desgraciadazo es inclusivo: en él pueden tocar Pamela Rodríguez y Masacre, ‘Pelo’ Madueño y Daniel F, Mar de Copas y La Sarita.
- Estrenaré mi teatro con Rapunzel, en adaptación –con danza y circo– de César de María. La música será original: metal, pop, ska, rock y demás de bandas peruanas.
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