Adolfo Guevara,Opina.21
aguevara@peru21.com
Si se desarrolla gradualmente y con pocos síntomas, se trata de una prostatitis crónica. Ambas se asocian, casi siempre, a componentes bacterianos (infección). Aunque en la segunda (crónica) a veces hay elementos puramente inflamatorios e irritativos. Un paciente con prostatitis aguda generalmente acude con ardor al orinar, fiebre, malestar, dolor lumbar o dolor en la región perineal (detrás de los testes). Un cuadro crónico es difícil de diagnosticar, ya que usualmente el paciente tiene poca sintomatología, generalmente refiere dolor ocasional de baja intensidad en la pelvis ocasional o entre las piernas. Lo curioso es que en el examen de orina se hallan células características de un proceso inflamatorio; es muy raro encontrar bacterias, pero se pueden ubicar. Para los cuadros agudos, se usan antibióticos y, en ocasiones, analgésicos; para los crónicos, el tratamiento es con antibióticos por largo tiempo y antiinflamatorios.
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