Gianfranco Castagnola,Al.Mercado
La concesión del puerto de Pisco es una buena noticia. Los US$215 millones de inversión comprometidos le permitirán funcionar (hoy está cerrado) de forma eficiente. Con dos operadores de clase mundial en el Callao, y Matarani, Pisco y Paita adjudicados, hay que dar un paso para mejorar la competitividad. Es absurdo que la actividad de cabotaje sea virtualmente nula. El cabotaje daría una opción al transporte por camiones entre ciudades costeras –por ejemplo, productos agrarios de Ica se enviarían por esa vía directamente de Pisco al Callao para su exportación–. Sin embargo, la legislación restringe a empresas nacionales el uso de buques de bandera peruana o arrendamiento de buques de bandera extranjera por un máximo de seis meses. El Congreso debe apurar la aprobación de un proyecto presentado hace meses que corrige, al menos parcialmente, esa absurda restricción.
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