El primer Papa negro

Fritz Du Bois,La opinión del director
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Como al superior de esa orden siempre se le ha conocido como el ‘Papa negro’ se interpretará que con su llegada al sillón de San Pedro se ha cumplido la profecía atribuida a Nostradamus. Por lo que los que creen en las predicciones del fin del mundo, con la elección del nuevo Papa van a estar aterrados.

Por otro lado, la designación de Francisco I nos parece una decisión bien oportuna. En primer lugar, desde hace años la iglesia católica viene perdiendo posición en América Latina por lo que tiene mucha lógica el enfocarse en esta región para tratar de recuperar el protagonismo que habían abandonado. Asimismo, el nombramiento coincide con un momento de quiebre del ‘chavismo’, el cual se ha enquistado en el poder en diversos países latinoamericanos en los cuales prima la intolerancia y una absoluta falta de respeto al prójimo. Incluso, en algunos casos, es justamente la Iglesia la que lidera la oposición a esos regímenes autoritarios.

Por lo que bien podría ser que el papado de Francisco I tenga el mismo impacto en nuestra región como el que tuvo Juan Pablo II en Europa Central cuando fue nombrado. Recordemos que el fervor que entonces generara aceleró la caída del comunismo soviético que ya se estaba desmoronando. Así que se abre una ventana de esperanza y ojalá, pronto, toda América Latina esté dentro del cauce democrático.

Finalmente, al ser una persona austera que viaja en autobús o metro al trabajo, que vive en el mismo pequeño departamento hace años y que no es del círculo que domina el Vaticano, se abre también la posibilidad de que, finalmente, el manejo de la Iglesia sea reformado. Lo cual es urgente ya que, sin duda, el informe de los tres cardenales que llevó a la renuncia de Benedicto tiene que ser realmente dramático.