PEKÍN (AP).– Una oleada de contaminación atmosférica muy densa envolvió el oriente de China por segunda vez en dos semanas. Esta situación obligó a las aerolíneas a cancelar vuelos debido la mala visibilidad, mientras que Pekín cerró temporalmente las fábricas.
La visibilidad se reducía a 200 metros en algunas zonas de la capital, donde peatones con mascarillas caminaban a través de una turbia niebla, a pesar de que el Gobierno les aconsejó quedarse en casa.
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