Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Para evitar bloqueos en ciertos lectores subrayaré que también existen en ese campo mágico periodistas de la izquierda y que esa adhesión a lo ilusorio provocó más de un fracaso.
Hay un tango que, sabiamente, dice lo siguiente: “Prefiero vivir de esta mentira que andar tras de la muerte sabiendo la verdad”.
Digo ‘sabiamente’ pues no pocos ciudadanos se solazan con los cuentos que les cuentan o las cifras descontextualizadas con las que los animan a seguir adelante. Citas a las que ellos luego acudirán totalmente convencidos para tranquilizar a espíritus más inquietos. Casi una terapia.
Decía León Felipe: “Con cuentos mecen las cunas de los hombres” y, agrego yo, así nos acostumbran, desde el vamos, a no pensar con libertad y con espíritu crítico.
Hablo de ilusión pues las versiones locales del desarrollo económico, que señalan al Perú como el faro económico de la región, no pueden justificarse con el comportamiento de economías que, antes que la local, ensayaron la misma ‘exitosa’ receta y hoy tienen a muchos de sus ciudadanos sin casa, sin empleo y hasta rascando tachos de basura.
No solo eso. Asoman en el horizonte europeo, quieran o no verlo los ilusionistas de las palabras y las letras cotidianas, tempestades sociales que podrían terminar de masacrar las ya burladas democracias de Occidente.
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