El miércoles, en la sesión del Consejo de Ministros, no solo se discutieron diversos temas de carácter gubernamental, como el referido a la seguridad ciudadana. Ese día, según fuentes del Ejecutivo, otro asunto despertó el interés del presidente Ollanta Humala y de su gabinete: la respuesta del Apra al preinforme de la ‘megacomisión’ y el emplazamiento del expresidente Alan García a su sucesor nacionalista para que fije posición sobre la postulación a la Presidencia de Nadine Heredia y el indulto a Alberto Fujimori.
Ante el inminente viaje del jefe de Estado a China, era necesario designar a quien asumiría el rol de ‘parachoques’ del Gobierno frente a la arremetida aprista. Más de un ministro se negó a realizar esa tarea, pero hubo dos que –ni cortos ni perezosos– se ofrecieron en bandeja: el primer ministro Juan Jiménez y su autovoceado sucesor y titular de Defensa, Pedro Cateriano. A partir de entonces, uno tras otro, un día sí y el otro también, han salido ante la prensa a rebatir los cuestionamientos al Preinforme Tejada y a ‘refrescarles’ la memoria a los ‘compañeros’ sobre algunos aspectos de su segundo periodo gubernamental.
Jiménez, además, debía anunciar el archivamiento del pedido de indulto a Alberto Fujimori aprovechando la ausencia de Humala del país. La idea, sostienen, era pulsear la reacción ciudadana y, de ser esta negativa, dejarle la puerta abierta al mandatario para una eventual rectificación. “No importaba si Jiménez salía chamuscado, primero es el presidente”, comentó nuestra fuente. Pero un indiscreto ‘tuit’ les ‘quemó la película’.
Con tanto encargo, el premier tiene poco tiempo para cuidar su puesto, detrás del cual ya hacen cola no solo Cateriano, sino también Marisol Espinoza y Ana Jara. Pero esa ya es otra historia…
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