Fernando Cillóniz,Al.Mercado
fcilloniz@peru21.com
La genética de nuestros algodones se ha deteriorado a través del tiempo, y ciertas plagas foráneas, como el gusano rosado, están causando daños a los algodonales. Sin embargo, el mayor problema que enfrenta el sector es su alto grado de informalidad y de corrupción. Si no ¿cómo explicar tanta permisividad de parte de la Sunat, la cual ni se inmuta ante personas que crean y desaparecen empresas comercializadoras de algodón, con el fin de apropiarse ilegalmente del IGV? ¿Cómo explicar el financiamiento del Estado a esos comerciantes, sin ninguna garantía realizable, más allá del propio algodón? El hecho es que este negocio está en manos de un puñado de informales que ni remotamente podrán financiar, y menos coadyuvar al desarrollo de una industria tan importante como la textil algodonera.
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