Fernando Maestre,Opina.21
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La obsesión amorosa puede figurar como la obsesión por una mujer de la que no se puede desprender por más que esta origine todos los males y violencias imaginables. La idea obsesiva que va por el camino del romanticismo suele ser tan nefasta como una adicción química, pues compromete todo el cerebro. Se caracteriza por una idea fija de acercamiento a una mujer (u hombre) para formar vínculo y no cesar de insistir por más que sea rechazado. Más que sexo, les interesa tener total control sobre ella. Esto puede llevar a estados límites (pensar en el suicidio o la muerte del ser amado si no le hacen caso). Este vínculo es un falso amor, pues carece de respeto al prójimo y busca la posesión constante de su objeto. Proviene de vínculos imperfectos nacidos de una crianza inadecuada pues jamás le enseñaron que en la vida se debe aprender a abandonar objetos queridos –juegos, amigos, fiestas– si así lo indican los padres. Son fruto de intereses sin límites que deterioran la mente del paciente hasta detener su existencia con tal de tener posesión de su presa. Son amores patológicos, que acaban en drama, de los que hay que alejarse.
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