Lucía de Althaus,Opina.21
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Una mujer se prepara durante el embarazo con yoga prenatal para tener un parto natural. Al final le hacen una cesárea de emergencia. Un padre quería estar presente, al menos, hasta que sus hijos terminaran la universidad, pero un accidente le cortó la vida. Ese niño va a tener un trauma porque sus padres se han divorciado. Los niños que se pasan a la cama de sus padres tienen un problema.
Nos hemos llenado de teorías sobre cómo deberían de ser las cosas, cómo es la madre ideal y cómo es el desarrollo del niño “perfecto”. Pero la vida está llena de pormenores, de altibajos, de experiencias que quizás no deseábamos, pero que no podemos controlar. El guión de nuestra vida ideal cambia, y nos angustia.
Por eso pienso que, frente a la imperfección de la vida, lo más valioso es la capacidad de reflexionar, de adaptarnos a los cambios, de reparar, de aprender de la experiencia. Resulta que cuando hay una buen vínculo con nuestros hijos, buena intención y mucho amor, las dificultades son oportunidades para aprender y fortalecernos, y es esa flexibilidad una de las claves para el crecimiento.
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