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Lima
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Opinión

“Se muestra una vez más un diseño vial al que no le importan un carajo las personas. Total, para qué invertir en hacer buenas pistas y espacios públicos si los ciudadanos no se quejan”.

La reciente tragedia del Cerro San Cristobal duró en los medios y en la indignación unos tres días. Nada más. Otras noticias llenan las portadas y titulares mientras las familias continúan llorando sus muertos y cuidando a sus heridos. ¿Cuándo es que un lugar se vuelve maldito? Parece que la muerte de una chica de 26 años en el 2009 no fue suficiente para que el Cerro San Cristobal sea reconocido por su carácter asesino. Carmen Díaz Muñoz tenía 26 años cuando murió en otro accidente ahí mismo. Su madre aún la añora, ¿se imaginan eso?

Los pasajeros del Green Bus que subieron al cerro ese díano tuvieron suerte. Tampoco la tuvieron las 10 personas fallecidas ni sus familias. Cuenta la historia que los Incas desbarataron la cruz de madera que los españoles colocaron en la cima del cerro a su llegada, en una ofensiva por recuperar su territorio y los restos del palacio de Taulichusco. Luego, en 1928 una nueva cruz volvió a ser colocada y hasta hoy se yergue en la cima como quien busca bendecir su territorio pues San Cristobal, cuyo nombre original es reprobus es “el patrón de los choferes” ¡vaya ironía!. Bendición que no sirve para nada pues la sinuosa y descuidada pista no sólo está llena de curvas, sino también manchada de sangre.

Mientras tanto, todos volvemos a presenciar cómo Lima no tiene autoridad. La informalidad que acaba con la vida de seres humanos encerrados con candado también mata a quienes buscaron pasar un buen rato un día domingo. Es la misma informalidad que opera con conductores sin contrato porque para qué pagar beneficios laborales, si nos sale más barato no hacerlo. Se muestra una vez más un diseño vial al que no le importa un carajo las personas. Total, para qué invertir en hacer buenas pistas y espacios públicos si los ciudadanos no se quejan. Se les mueren amigos y familiares cada día, pero ni fuerzas tienen de reclamar. Y eso, la autoridad a la que solo le importa destruir la ciudad lo tiene bien claro.

Este viernes 21 la Unión de Estudiantes de Lima (UDEAL) ha convocado a la Marcha Metropolitana por el Derecho a la Ciudad (a las 6:00 pm en la Plaza San Martín), buscando hacer oír la voz de aquellos que sí queremos una ciudad mejor: con propuestas integrales, con planes urbanos, con enfoques centrados en las personas, sin muertos por incendios ni homicidios de tránsito. Además, nos advierten que han “reactivado” el bypass en la Av. Arequipa y la Av. Aramburú, nuevamente una propuesta con fallas de diseño severas y, seguramente, que traerá más y más grietas a esta ciudad que se la arrebatan los gallinazos. Como los Incas intentaremos recuperar nuestro territorio y en esta ocasión, escúchenme,tendremos éxito.


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