Cual David contra Goliat, Donald Trump ha derrotado a Hillary Clinton. ¿Por qué ganó Trump? ¿Habrá una hecatombe financiera y política internacional?
Mr. Trump despierta profundos odios y eufóricas adhesiones. Pero, más allá de su estilo populista y aparatoso, su elección no es obra del azar ni de la irracionalidad. En primer lugar, Trump ha aprovechado el enorme desencanto de muchos con la clase política en Estados Unidos. Muchos electores creen que los políticos tradicionales son rehenes de los lobbies.
Otra razón que explica el éxito de Trump es el incremento en la desigualdad en los Estados Unidos. En efecto, el extraordinario crecimiento económico del planeta no ha beneficiado a todos por igual: el ingreso de las familias de clase media en Estados Unidos es esencialmente el mismo que hace 30 años. Las políticas de Obama, Bush y Clinton no han sido efectivas para reducir la desigualdad.
Asimismo, muchos votantes están opuestos al libre comercio porque lo culpan del cierre de industrias y la pérdida de empleos en Estados Unidos. Y es que muchos no perciben que el que los precios de muchos productos sean bajos, pues se importan baratos de México o China, es fruto del comercio internacional. Por eso, Trump, que ha propuesto revisar los tratados comerciales, ha ganado en Michigan o Wisconsin, donde hay muchos obreros sindicalizados.
¿Qué políticas pondrá Trump en práctica? Hacer que México pague por un muro que lo separe de Estados Unidos es irrealizable. Trump tampoco tiene apoyo en el Congreso para anular los tratados internacionales vigentes. Pero sí es probable que haya menor crecimiento del comercio, lo cual sería perjudicial para nuestro país. Además, como las razones detrás de la victoria de Trump también están presentes en Europa, podría haber nuevos “Trumps” en otros países desarrollados. Si ello ocurriera habría una reconfiguración del orden geopolítico del planeta.
Trump también ha prometido un agresivo incremento en infraestructura y en el gasto militar. Estas políticas, como lo sostuve semanas atrás (ver “Trumpeando”), serán un bienvenido estímulo a la demanda agregada y al crecimiento mundiales. Ello, al incrementar el precio de los metales, beneficiará directamente al Perú. Trump también ha propuesto bajar los impuestos, lo que aumentará los precios de las acciones de las empresas estadounidenses.
Mr. Trump, que dos veces estuvo al borde de la quiebra, es un triunfador. Quizás Trump no sea el rey de la simpatía, pero el Perú ganará más de lo que perderá con sus políticas económicas.
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